Una mezcla de dos épocas que parecen no pegar mucho, pero que han conseguido hacer de la colección de Altuzarra una de las mejores hasta ahora en la NYFW. Por una parte el siglo XVIII presente en las prendas de encaje, las botas altas tipo mosquetero o los detalles en algunas de las faldas. Por otra parte los 70 y 80 en siluetas y los tejidos brillantes.