Dos temas sin conexión fueron los que inspiraron al diseñador para esta colección: Gitana con pandereta de Corot y la vidrieras góticas. Traducido a la pasarela: formas arquitectónicas, flores 3D o estampados gipsy. Y todo dentro de ese aura de romanticismo que parece rodear siempre todo lo que hace Font.
Varias prendas parecían una continuación de algunas de las presentadas en la temporada pasada o una reinterpretación de las mismas.
El año pasado la colección se presentaba en El Capricho de Madrid. Este año se ha llevado parte de esa naturaleza a Nueva York. Las modelos desfilaban entre arbustos. Comenzó el desfile con tonos beige y poco a poco fue introduciéndose el color hasta acabar en una explosión de coloridos estampados florales. E final volvió a ser en tonos sólidos, esta vez con protagonismo del lavanda. Pinchad aquí para ver el vídeo en su web.
Y puede que me aventure demasiado y parezca una Fontbelieber, pero algunos diseños tienen algo de Alta Costura.
Créditos: Vogue
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