Así empezó a gestarse el Parque de la Memoria, ya un espacio faro en el paisaje urbano porteño: un lugar de encuentro, un kunsthalle, un espacio educativo; un sitio único en la ciudad y también en el mundo. Un lugar para no olvidar.
El proyecto Parque de la Memoria – Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado surgió como una iniciativa de diez organismos de Derechos Humanos, que fue presentada a los legisladores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el 10 de diciembre de 1997. El apoyo fue inmediato. A partir de esa fecha, comenzó un trabajo incesante, que constituyó una experiencia inédita de participación de distintos sectores para la concreción de un objetivo común. El proyecto se convirtió en ley el 21 de julio de 1998. La Ley 46 de la Ciudad de Buenos Aires, aprobada con el voto favorable de 57 legisladores, dispuso la construcción del Parque de la Memoria y del Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado.
Se construyó frente al Río de la Plata por esto:
“El Parque de la Memoria-Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado se levanta frente al Río de la Plata, porque a sus aguas fueron arrojadas muchas de las víctimas -expresa en su statement-. Este lugar de memoria no pretende cerrar heridas ni suplantar la verdad y la justicia. Nada devolverá la paz real a los familiares que no han podido conocer el destino final de sus seres queridos, salvajemente torturados y asesinados, ni nada reemplazará el vacío social que dejó su ausencia”.
Actualmente, el Parque es un lugar de recuerdo y de testimonio, porque allí están los nombres de esos seres a los que se quiso borrar. Ellos estarán presentes en la evocación que se haga de sus vidas truncadas y en el permanente homenaje a los ideales de libertad, solidaridad y justicia por los que vivieron y lucharon. Las generaciones actuales y futuras que lo visiten se enfrentarán allí con la memoria del horror cometido por el Estado y tomarán conciencia de la necesidad de velar por que NUNCA MÁS se repitan estos hechos.
2014 empezó con una amenaza para los trabajadores del espacio, que no son más que sus creadores, todos profesionales, que construyeron este espacio tan querido y necesario en la ciudad donde la muerte se dio cita. Así lo denuncian textualmente en un documento que nos parece correcto reproducir textualmente:
“NO AL CIERRE DEL PARQUE DE LA MEMORIA – MONUMENTO A LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO DE ESTADO
El 2 de enero de 2014 el Subsecretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, Claudio Avruj, informó que no se iba a otorgar una actualización salarial para los trabajadores del Parque de la Memoria – Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado. Es decir, un 0% de incremento en relación a los haberes percibidos durante el año pasado.
También se nos dijo que todos aquellos trabajadores que no estén conformes con la propuesta, “estaban en libertad de renunciar y conseguirse otro trabajo”. Lejos de reconocer la capacidad profesional y técnica, la experiencia y el compromiso con el espacio, el Gobierno de la Ciudad nos amenaza con aceptar su propuesta o quedarnos sin trabajo.
Más aún, en el caso específico del Parque, donde el 98% de los trabajadores son contratados hace años como monotributistas –sin estabilidad ni derechos laborales-, esto implica un paso más hacia un vaciamiento profesional de la institución y el paso previo a su cierre.
El Parque es reconocido como un sitio de Memoria que se destaca internacionalmente por la calidad y magnitud de sus proyectos –muestras de arte, talleres con escuelas y seminarios, entre otros-. Sólo en 2013, fue visitado por más de 500 mil personas, incluyendo a cientos de instituciones, organizaciones no gubernamentales y embajadas de todo el mundo.
Resta aclarar que los mismos que hemos construido esta institución nos negamos a dejar nuestros puestos de trabajo en estas circunstancias. Pero tampoco podemos aceptar que se nos maltrate y amenace con ultimátums como los que plantea el Gobierno de la Ciudad.
Frente a esta situación, los trabajadores del Parque llevaremos adelante un plan de acción que incluirá reclamos, movilizaciones y comunicaciones en la prensa. Pero dada la gravedad del caso, convocamos a quienes comparten la defensa de los derechos humanos y el proyecto del Parque de la Memoria, a que se solidaricen y repudien esta serie de avasallamientos a los trabajadores y a la institución.
Agradecemos su difusión y apoyo en esta causa.
Los trabajadores y trabajadoras del Parque de la Memoria”.