Vivimos en el primer mundo en cuanto a riqueza. Comemos más de la cuenta, acumulamos objetos innecesarios, cambiamos de vestuario a menudo. Una gran parte del planeta se muere de hambre. Gurdjieff nos anima a ser más generosos, a repartir, con los que no tienen, y con los que tienen, que lo importante es también nuestra actitud. Existe una gran diferencia entre ser egoísta o generoso, a la hora de sentirnos satisfechos con nosotros mismos. Y al hablar de repartir no me refiero solo a cosas materiales, sino también, nuestro conocimiento.Él consejo 82 de Gurdjieff a su hija fue:
Obtén para repartir