Tras unas cuantas semanas de sequía, ya tocaba poner una novedad de este 2012, y lo primero que nos hemos encontrado es el nuevo trabajo de Of Montreal. Los de Athens ya llevan más de una decena de discos, y lamentablemente, parece que el talento y las ideas empiezan a escasear. La verdad es que ellos siguen a su rollo, y nos vuelven a entregar otro trabajo en el que la psicodelia y las influencias de Prince se vuelven a unir, pero tras unas cuantas escuchas, no sé que pensar de estas nueves canciones. La primera vez que lo puse, me pareció un horror sin pies ni cabeza, pero después de darle un poco de caña, he empezado a pillarle el tranquillo, aunque tengo que decir que tampoco me parece muy interesante.
Paralytic Stalks es el clásico disco del colectivo americano, y por eso no sorprende demasiado esas extensas ralladas que se pegan de vez en cuando – aquí tenemos la horrorosa Exorcismic Breeding Knife y algún que otro tema que alargan innecesariamente -, lo malo es que parece que no están muy acertados con esos temas más pop que han hecho de ellos uno de los grupos más entretenidos de los últimos años.
Aunque el disco comienza con Gelid Ascent – un tema que tarda en despegar y no tiene mucho que ver con el resto de su carrera – enseguida se van a esos temas deudores de Prince que comentaba antes, y que para mi gusto son los mejores. Spiteful Intervention, esa seudo balada llamada Dour Percentage o We Will Commit Wolf Murder, entran dentro de ese tipo de canciones pop que tan buenos momentos nos han dejado en sus anteriores trabajos, pero ya sorprenden como lo hacían antes. Quizás no se han puesto un poco más serios, y estos temas no suenan tan locos y directos como Suffer For Fashion o A Setence Of Sorts In Kongsvinger, tan solo Ye, Renew The Plaintiff podría entrar en este tipo de canciones, pero no dejan de sonar a ellos mismos. Eso sí, un poco más descafeinados
Desde luego, no es un mal disco, pero esperaba mucho más, y me sobran unas cuantas ralladas que se pegan hacia el final del álbum. Se pueden rascar cuatro o cinco temas, que no esta del todo mal.
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