Olas rítmicas urbanas

Por Marcelo Caballero

En el momento previo, cuando “cocino” en mi entorno alguna imagen que deseo plasmar con mi cámara, pienso, sin darme cuenta, en el ritmo visual. El ritmo se expresa visualmente en el juego armónico de líneas, recurrentes, organizadas que favorecen la lectura de una imagen compleja.


© Charles Harbutt

© Ramón Masats

También se asocia a repeticiones y a rupturas. Allí radica parte de la potencia visual del ritmo.

Kabul © Gueorgui Pinkhassov

La asimetría en los paralelismos también contagia de un ritmo especial a la fotografía.

© Alex Webb


Y,  para los coloristas, la adecuada asociación cromática crea ritmos ciertamente armónicos.


© Fred Herzog

Una fotografía que posee ritmo visual, transmite fluidez, armonía. Siempre lo asocio con el movimientos de las olas, como si se tratara de un continuo eterno, de un ir y venir de formas, líneas y proporciones.

© Alex Webb

Las redondeces dan estabilidad a la imagen junto como también las proporciones triangulares que brindan profundidad de campo.

© Harry Gruyaert


El paisaje urbano es un espacio rico en olas rítmicas. Suelo ir por las calles, cantando bajito, al ritmo de una melodía que me ayuda a organizar lo que observo. Pienso que le da sustancia, esencia al disfrute de la fotografía.


Figueres 2016

Hasta pronto!
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