Un día Paula me contó que quería abrir una tienda. Pero no una tienda cualquiera. Un espacio diferente que se pudiese llenar de ese olor tan especial que envuelve el ambiente cualquier producto de Olivia.
Ese local ideal apareció un día en su vida, fue una auténtica
historia de amor, y para celebrar el salto al vacío (hay que tener un par bien puestos, una cabecita muy bien amueblada y un corazón lleno de pasión para decidir que vas a hacer crecer tu empresita, con todo lo que eso conlleva) Paula prometió que haría una fiesta. Pero claro, si lo organizaba ella no sería una fiesta, sería un fiestón, eso lo sabíamos todos. Solo con ver los Save the Date que nos mandó ya prometía la cosa…
Y como decía la sirena a su Franky, a
Segovia que nos fuimos este sábado. Acabamos nuestra última boda de la temporada (a no ser que alguna novia invernal nos contrate, las cuentibodas del 2012 están finished!) y nos fuimos pitando a Segovia city. Tan pitando que me cambié de ropa en el coche; Dios, es realmente complicado… pero era tardísimo e íbamos a llegar a las mil. Tenía muchas ganas de ver el local, de descubrirlo por fin, pero sobre todo tenía ganas de ver a Paula y de darle un abrazo.
Si alguien tiene poder de convocatoria, pero de la buena, es Paula. Si la reina madre organiza un sarao seguro que no convoca a gente tan cool e interesante como la que fue hasta Segovia a la fiesta de Olivia. Porque conocer a Paula es quererla. Cómo se la quiere!!! Yo la admiro profundamente. Es una tía curranta como ella sola, inteligente, y con un buen gusto increíble. Es especial. Nos encanta trabajar con ella y tenerla en nuestras #cuentibodas. Y me gusta que sea nuestra amiga, eso me gusta más que todos sus jabones, bálsamos y cosas bonitísimas de Olivia.
Hablando de bonitismo, todo en la #fiestaOlivia era remono. Desde las cosas super ricas y caseras de Motha que merendamos-cenamos y desayunamos el domingo (es que al día siguiente volvimos a la tienda, te quieres quedar allí a vivir, en serio), como toda la bebida (todo era bonito, la limonada, cualquier botella de Vichy, de cervecita o de vino, toda la estética cuidada hasta el último detalle). La decoración, diseñada por los dueños de
Casa Josephine, ideal. La tienda es de esos sitios con alma, bonito cada rincón y cada detalle. Ya siento no poder ilustrar este post con mejores fotos, pero me dediqué a disfrutar charlando con un montón de gente que me encantó conocer a unos y volver a ver a otros. Si queréis ver más fotos podéis buscar
#fiestaOlivia en Instagram.
Y de allí no se iba ni Peter. Musicón del bueno (los
Winter Indie City fueron los responsables, vaya cracks!), lucecitas de verbena, gin tonics de los ricos ricos y una temperatura ideal para disfrutar de todo esto en el patio de piedra.
En un rinconcito, un photobooth con autodisparador. “Vamos a hacernos una foto, no?”. Y la liamos. No se ni cómo cabíamos allí Marina y Ricky, Indara, Berta y Joni y Jose y yo. Chorrocientas fotos después y carcajadas de dar ya vergüenza, decidimos que igual alguien más quería hacer uso del mismo. Muero por ver esas fotos. Qué risas…
Y hablando de fotos, Jimena Roquero dando cuenta de todo lo que pasaba en el fiestón. Me hizo especial ilusión encontrarme con ella porque el año que viene haremos juntas una #cuentiboda muy bonita. Fotos preciosas vamos a tener, sí señor.
En las fotos podéis ver el nuevo packaging de algunos de los jabones, unos papeles ideales diseñados por Party Project Studio.
Novedades: Una linea de velas que huelen que te mueres. En serio. Me las pido para aromatizar los baños de nuestras bodas. Son ideales. Los nombres, el diseño, la caijita de cerillas azules con frase de Coldplay… no les falta detalle. Verano en Saint Tropez, Ophelia, Afternoon Tea… Por supuesto tenemos ya una en la Cuentiofi.
Cremas de manos Lollia, espectaculares. Bonitas bonitas y con un perfume… mmm!. Tenéis que probarlas!. Unos perfumes franceses de escándalo.
Mermeladas de Wilkin & Sons y tés de Harney & Sons… De verdad que no exagero, que te querrías llevar todo, todo. Pero vamos, que puedes hacerlo, que se lo pides a Paula y te lo manda. No sufráis.
Y para llevártela a casa, la madre de Paula. A veces, cuando conoces a los padres de las personas, entiendes porqué esas personas son fantásticas. Presentarme a la madre de Paula diciéndole: “Hola! Soy Wendy” y que te responda: “Ay, claro! Sé quién eres, yo te sigo!” y quedarme de una pieza. Qué ilusión!. Cómo ella me contaba, nos conoce a todas, nos lee, Paula le cuenta… Qué genial, qué pedazo de madre. De las de hacerles la ola. Siendo madre como soy, entiendo perfectamente el orgullo que siente cuando habla de su hija. Nos enterneció a todos. Tere, soy tu fan desde ya. Forever!! Y esas trufas de limón, ayyy que lloro solo de recordar cómo estaban…
Nos lo pasamos genial. Fue un fiestón. Ambientazo, gente majísima, la tienda más bonita ever y una noche perfecta. No nos dolían los pies con los tacones ni nada. Ni nos perdimos buscando el hotel a horas intempestivas. Qué va…
Ha sido para nosotros un regalazo poder estar en Segovia, en la inauguración del Lab & Soap Room de Olivia Soaps este finde.
No es necesario desearte toda la suerte del mundo, porque la vas a tener, ya la tienes. Con este proyecto y con todos los que emprendas. Gracias Paula por hacernos felices.
Y eso es todo, amigos. Otro día os hablo de bodas. Hoy me apetecía hablaros de jabones, de aromas, de fiestas perfectas y de lugares bonitos Feliz semana a todos!!