Omega-3: Pescado contra los problemas oculares

Por Fat


A los ácidos grasos omega-3 se les han atribuido todo tipo de propiedades saludables. Los efectos cardioprotectores son los más contrastados, pero científicos de medio mundo se afanan en demostrar más cualidades de esta nueva panacea alimentaria, del cáncer a las demencias. Sin embargo, ni se consigue el mismo resultado obteniendo el omega-3 de una fuente natural –por ejemplo, el pescado azul–que de una artificial –suplementos en cápsulas–; ni tampoco están probadas sus propiedades en campos como el alzhéimer. Pero la investigación en este ámbito sigue dando sus frutos y parece que se confirman sus propiedades en el campo de la salud ocular. Un nuevo estudio realizado en la Facultad de Medicina Johns Hopkins (EE UU) demuestra que las personas mayores que consumen frecuentemente pescado o marisco tienen un riesgo mucho menor de sufrir degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
Esta dolencia se caracteriza por una revascularización de los vasos sanguíneos del fondo de la retina y representa la primera causa de ceguera entre los mayores de 50 años. La investigadora principal de este estudio, Bonnielin Swenor, del Wilmer Eye Institute, de la Escuela de Medicina Johns Hopkins explica a este semanario que «recogimos la información de más de 2.300 pacientes, y aquellos que sufrieron la fase más avanzada de la enfermedad eran los que no incluían en su dieta, al menos, una ración de pescado a la semana. Pero aunque lo hemos estudiado con el consumo de pescado se necesitarán más estudios para demostrar la eficacia cuando se ingieren suplementos en cápsulas», asegura.
Félix Armadá, jefe de sección del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, avala los resultados, ya que el estudio ha incluido a un número elevado de pacientes. Sin embargo, reconoce que «lo ideal es el consumo de alimentos compuestos de omega-3 y no cápsulas o pastillas ricas en este ácido graso, ya que la ingesta de alimentos es más saludable para el organismo. Todos los efectos del omega-3 son beneficiosos para la vista. Por ejemplo, en el caso de la denegeración macular, ya que puede reducir la progresión de la forma seca a húmeda», explica el oftalmólogo.
El grupo de enfermedades en las que se han estudiado los omega-3 es en aquellas relacionadas con los procesos inflamatorios, tales como las patologías neurodegenerativas y determinados tipos de cáncer. Incluso se han demostrado sus beneficios para prevenir enfermedades cardiovasculares. En un reciente simposio sobre estos ácidos grasos celebrado en Madrid, Emilio Ros, jefe de la Unidad de Lípidos del Hospital Clinic de Barcelona y miembro de Centro de Investigación en Red de Obesidad y Nutrición (Ciberobn), destacó «la evidencia de estudios clínicos que sugieren que con varias dosis diarias de omega-3 es posible reducir significativamente los episodios cardíacos».
Por su parte, Jaume Dalmau, jefe de sección de la Unidad y Metabolopatías del Hospital Infantil La Fe de Barcelona, incide en la importancia de este ácido graso en la nutrición y el desarrollo cognitivo del niño, ya que la grasa total ingerida influye en otras funciones, que abarcan desde la prevención primaria de la aterosclerosis en niños y adolescentes, hasta conseguir una óptima agudeza visual y quizás un mejor desarrollo cognitivo en niños prematuros».
-No retrasa la demencia
No obstante, a pesar de los resultados positivos en otros campos, los omega-3 no son ningún remedio milagroso contra otras dolencias muy graves. A pesar de las teorías en torno a su capacidad para prevenir el alzhéimer, los estudios serios no han podido corroborarlo. Las últimas investigaciones llevadas a cabo por el Instituto Nacional de Envejecimiento y de la Universidad de Ciencia y Salud de Oregón, muestran que cápsulas con este tipo de ácido graso no son más efectivas que un placebo en tratamientos de pacientes con síntomas de este tipo de demencia. El doctor Xavier Pintó, coordinador de la Unidad de Lípidos del hospital Bellvitge de Barcelona y miembro de la plataforma Expertomega3, comenta que «lo más probable es que el beneficio del consumo de estas sustancias para esta enfermedad se produzca si se lleva a cabo antes de que se haya producido daño cerebral».
**Publicado en "La Razón"