Y no esperaba saber nada de ella, la verdad, porque considero que gran parte del encanto de las intervenciones urbanas reside en el anonimato del creador.
Sin embargo cierta parte de mí, educada para admirar al artista, a pesar de todo, se alegra de ponerle un nombre, un origen, un emplazamiento, un recorrido académico...
Sé muy poco también de su obra, y también esperaba saber menos y conocer sólo aquello con lo que me topara por casualidad, caminando. Pero entonces en realidad no sabría nada, porque nunca he visto nada suyo en la calle.
La primera vez que me dí de bruces con algo suyo fue en internet, en concreto aquí.
Bueno, creo que es suyo... me refiero a esto:
Me gusta mucho.
Me encanta que haya alguien que cure las pequeñas heridas de la calle. De nuestro espacio. Lo necesito tanto...
Gracias, Carla