Ondas de Choque / Shock Waves (1977)

Publicado el 08 diciembre 2017 por Rawpower

El otro día cuando estaba visionando Zombies Nazis, me vino a la memoria la que seguramente es la madre de todas las películas con estos "simpáticos" personajes como protagonistas.

Shock Waves, conocida por estos lares como Ondas de choque (iluminado por la luz del infierno quien se inventara éste título), Terror bajo las aguas o Aguas del terror, es un film casi desconocido que, no obstante, tiene algunos puntos a favor que recomiendan su visionado.

La historia es la siguiente: la película se inicia con una voz en off, en plan profesor de historia, que nos cuenta la supuesta leyenda de que durante la Segunda Guerra Mundial el tercer Reich consiguió crear una especie de soldados invencibles, capaces de aclimatarse a las condiciones más extremas y que eran capaces de combatir con las manos desnudas. Después de advertirnos de que uno de esos comandos nunca fue capturado, se inician los títulos de crédito y rápidamente, después de una breve intro, se nos transporta a los años setenta a bordo de un destartalado barco al mando de un malhumorado capitán (John Carradine). El buque tiene como pasajeros a dos parejas que pretenden realizar un viaje turístico y a un marinero y un cocinero que componen el resto de la tripulación. Durante la noche tienen un accidente con un barco abandonado y la nave queda inservible para la navegación. Por suerte una paradisíaca isla les da refugio. Allí se encuentran con un extraño personaje (Peter Cushing) que les advierte del peligro que corren y les exhorta a abandonar la isla. Deciden hacerlo, pero ya es demasiado tarde para evitar el terror que les espera.

Dirigida por Ken Wiederhorn, fue su primer trabajo en la pantalla grande, lo primero que destaca a los ojos del aficionado es la presencia de dos monstruos de la interpretación como son John Carradine y Peter Cushing, lamentablemente la película no se sustenta en su trabajo, su presencia es casi testimonial y sólo sirve (en el caso de Cushing) para dar un hilo argumental a la historia. Una vez aclarado éste punto, es conveniente mencionar que el film tiene un ritmo bajísimo, con muchas lagunas inexplicables a lo largo del metraje, supongo que la inexperiencia del director fue un hándicap muy grande para su desarrollo; por otra parte la falta de definición en sus propósitos y las incoherencias de los mismos, provocan no poca desorientación en el espectador que, por momentos tiene que hacer verdaderos esfuerzos para mantener la atención en la historia.

Con semejante curriculum supongo que estaréis pensando que la película es un auténtico bodrio de los pies a la cabeza, no vais desencaminados pero, si se hace el esfuerzo de pasar de puntillas por los errores que contiene, nos encontramos con un producto que ostenta orgulloso algunos momentos verdaderamente atmosféricos y que tiene unas cuantas ideas verdaderamente originales, que dan como resultado un producto entretenido y bastante alejado de los cánones habituales del género zombie (por lo menos en esos años).

Los momentos más brillantes de la película están sustentados, por supuesto, en los zombies, sus apariciones surgiendo (o caminando) por el fondo del mar son absolutamente brillantes, su apariencia es sumamente terrorífica, todos ellos rubios, con la piel cuarteada y con unas inmensas gafas negras que cubren sus ojos (su único punto débil), dando a la película un punto muy interesante iconográficamente hablando.

La presencia de Peter Cushing, más delgado que nunca y luciendo una cicatriz que le atraviesa el rostro, como comandante de la SS y responsable del dichoso comando de élite es corta, pero contundente. El resto de actores es bastante limitado y cumple sin más, aunque puestos a resaltar siempre podemos aferrarnos, nunca mejor dicho, a la presencia de Brooke Adams que un año después trabajaría en la famosa La invasión de los ultracuerpos (Invasion of the body snatchers, 1978), para deleite de todos los aficionados.

Resaltar que la película tiene una total y absoluta falta de sangre o de secuencias explícitas, estando las muertes filmadas casi como si fueran un ballet o una pesadilla a cámara lenta, por lo tanto los paladares acostumbrados a los platos fuertes, no encontrarán en ella ningún manjar digno de sus apetencias.

En resumen, un digno entrante que no ofrece sabores intensos, pero que permanece en el paladar dejando un poso de imaginación y un regusto del cine más clásico dentro de las coordenadas del bajo presupuesto. Recomendada para arqueólogos del cine fantástico.

Año: 1977 / Director: Ken Wiederhorn / Productor: Reuben Trane / Guión: Ken Wiederhorn, John Kent Harrison, Ken Pare/ Música: Richard Einhorn / Maquillaje: Alan Ormsby / País: USA / Duración: 85m. / Formato: 35mm / Proporción: 1.85: 1 / Presupuesto: 200.000 $ / Color

John Carradine, Peter Cushing, Brooke Adams, Fred Buch, Jack Davidson, Luke Halpin, D.J. Sidney, Don Stout, Clarence Thomas, Sammy Graham, Preston White, Reid Finger, Mike Kennedy, Donahue Guillory, Jay Maeder, Talmadge Scott, Gary J. Levinson, Robert Miller