One Cut of the Dead: Cómo se hace una película de zombies?

Por Androsmalv

                                                          Corten! Perfecto!!

                                                                                Ed Wood 


El cine de género tiene la virtud que fácilmente se puede burlar de sus reglas, parámetros y convenciones, jugando con el metarrelato, o sus propias formas narrativas; los relatos de zombies no son ajenos a ésto, por el contrario, la sobreexplotación del (sub)género ha dado para todo, como por ejemplo la comediazombie: Shaun of the Dead (2004), Braindead (1992) o El regreso de los muertos vivientes (1985), sin embargo, el hacernos partícipes de "cómo" se hace una de estas películas, es posible que sólo se haya hecho en una obra como One Cut of the Dead, homenaje en tono de parodia y sátira sobre este género que fácilmente pasa de la serie B a la Z, como nos lo demuestra Shinichiro Ueda, director de esta singular obra que ha cosechado varias nominaciones, premios y aplausos. El guión escrito por el mismo director, es un divertido cine dentro de cine, en el que una producción de bajo presupuesto de zombies, se verá afectada por la maldición de una verdadera invasión de no muertos en una alejada fábrica maldita, o eso es lo que pretenden realizar en el Zombie Channel, pero además, en una sóla toma, con un irrisorio presupuesto y complicados actores.
Dividida en dos partes: el resultado final, es decir el trabajo de zombies, y cómo se llegó a dicho resultado, el cómo se hizo tal película, con un trasfondo de comedia de reconciliación o cambio, cómo va a suceder con los protagonistas. Entre el humor, el homenaje cinematográfico, el metarrelato y cierto tono familiar se desarrolla este trabajo, que en esencia nos habla de la mentira, quehacer y locura que es el cine. Ueda, da un giro narrativo, de género y hasta de formato para hacernos entender que en el cine, la ilusión aún prima en cada corte, ya sea en el montaje, de una cabeza o de un plano secuencia, como en teoría está hecha la primera parte de la obra. El inteligente trabajo del director está en complejizar, algo tan sencillo y a la vez absurdo, como el cine Z, encontrando ecos del cine de autor, del cinema verité o hasta de Woddy Allen, pero con la desfachatez de la etiqueta de un cine menos serio.
Aunque técnicamente no hay mucho que reconocerle, si tiene un gran trabajo de montaje no sólo a nivel estructural sino en diversas secuencias y escenas, tanto para hacer reír como reflexionar, evidentemente todo lo que vemos en el "cortometraje" y cómo se pone en escena, el supuesto plano secuencia, es uno de los elementos más interesantes, así como la actuación de Takayuki Hamatsu, quien es el más sobrio de un elenco ya de por sí superlativo. Como lo reconoce el mismo Ueda, quién también editó la película, el montaje les llevó un mes, y fue el proceso más desgastante y largo.
 
Cinema Verité Zombie?
Una película como One Cut of the Dead, lo puede tomar a uno por sorpresa, para bien o para mal; en mi caso fue así, aunque tenía una leve idea de lo que iba a ver, nunca pensé en una película dividida en dos partes, que lo metalingüístico fuera tan evidente y que lograra "desmenuzar" un género tan poco celebrado, como el de zombies en su versión más serie Z. Esto no quiere decir que sea una película redonda, ni mucho menos perfecta, cae en los tópicos del humor japonés, pero igual, vale la ver este tipo de producciones en las que se le hace homenaje a este tipo de cines, que como Burton lo hiciera con  Ed Wood, acá se lo hace a los zombies de piel verde, camisetas ensangrentadas y encuadres poco ortodoxos. 
La película tiene momentos muy inteligentes, cinematograficamente hablando, con un empaque poco elaborado, pero con un buen discurso en el que prima el humor y la farsa,  lo que finalmente se buscaba con esta obra, que fue bastante efectiva y rentable para el director, y que entre aplausos, premios y dinero, nos deja la lección que el cine, es un extraño pero colectivo sueño, como vemos en las imágenes finales. 
Zoom in: Premiada en varios festivales orientales y de género. Su costo de 27 mil dólares, actores desconocidos y trabajo en video, no sólo despertó el interés de festivales y muestras, sino que hizo aún más rentable  a la misma.
Montaje Paralelo:   Shaun of the dead (2004) - Cine dentro de cine - Ed Wood (1994)