One more night

Publicado el 08 junio 2021 por Claudia_paperblog

Desde el balcón de esa casa enorme ubicada en el Born, con su diadema de princesa, me lanza su varita mágica y dice:

-Para ti, Claudia, para que se hagan realidad todos tus sueños.

La varita se rompe al chocar contra el suelo, es curioso. Son casi las seis de la mañana y vuelvo a casa andando mientras contemplo el amanecer. Los italianos, vestidos de la misma forma, nos acompañan por el camino. Ahora entiendo por qué aquella chica se pensaba que eran hermanos.

Siento mucha paz, aunque estas imágenes del final de la noche parezcan algo esperpénticas. La hora del amanecer suele ser el momento más frío del día, aun así, se está bien con falda y tirantes.

“Creo que bailaste con todos los hombres de la fiesta”. Se me escapa una carcajada con esa afirmación tan exagerada. “Contigo también”, le contesto. “Sí, pero te costó”.

Cuando me siento en el alféizar de la ventana, para tomar algo de aire, se acerca T. Hablamos, le digo que debo estar roja por el sol que me ha dado toda la tarde. Y él solo sonríe, me acaricia la nariz y me dice que estoy muy guapa. A., en cambio, se ríe porque dice que cada vez que se gira hacia mí, estoy comiendo. Y es que había un alemán con una bolsa llena de dulces y de bocatas de panadería.

Nos encontramos a J. de casualidad, él está en otra fiesta y dice que se unirá luego a nosotros. No le creo, pero al final aparece por allí. Creo que se va a la misma hora que L.

Camino las últimas manzanas sola y noto cómo el verano me cala en lo más hondo, siento que puedo respirar, absorber cada olor y sensación. Y me encanta llegar al piso y que ya sea de día.

Justo antes de irme a dormir, veo su foto y está tan guapo que me dan ganas de escribirle, pero no lo hago. Me pregunto si se lo pasará mejor de fiesta sin mí. Yo echo de menos nuestras fiestas, se lo habría pasado mejor conmigo, de eso estoy segura.