Operación DNI

Por Masqueudos

Nunca os he contado mi OPERACIÓN DNI y hoy Facebook me la recuerda así que os la cuento, para reírme un poco.

El año 2013 fue un año un poco chungo: en el trabajo estábamos fatal- al borde de un despido que al final se materializó-, yo viviendo una ruptura amorosa algo traumática, total… Que perdí el DNI. No os cuento cómo porque eso da para otro post – imagen mental de Mari Cruz comiendo Doritos a las 7 de la mañana mientras mi hermana con voz algo pastosa anulaba mis tarjetas en Caja Duero y saboreaba unos poquitos de Doritos y yo me hacía la loca pensando que eso no me estaba pasando para, acto seguido, comer un puñado de Doritos-.

Total, que esto fue en Enero y no me apetecía nada pero nada hacer gestiones ni pensar en hacer gestiones así que estuve un tiempo pagando con tarjeta y enseñando el pasaporte. Que pare eso lo tengo, ¿no? A la gente le parecía extraño pero dentro de mi caos mental a mi me resultaba de lo mas normal. Hasta que ante las presiones familiares cedí y pedí cita.

Pero todos los astros se confabulaban contra mi. En la primera, pasé a hacerme unas fotografías y ya supe que la cosa iba a ir mal cuando la funcionaria de la comisaría me tiró para atrás porque estaba ligeramente escorada hacia un lado. Me derrumbé y me tuve que volver para casa, pero decidí intentarlo de nuevo.

La segunda me tiraron para atrás porque me hice un lío y llevé la misma foto que ya tenía y eso no es posible en la normativa 324.6574.1 de las normativas de hacer el DNI. Así que aunque le rogué, le supliqué y le lloré un poquito no hubo manera.

La tercera me aproveché del lio en el trabajo para imprimirme allí mis propias fotos de carnet hechas con la cámara buena e impresas en papel de nueva calidad, etc… pero entonces me salío esto:

Era un despropósito. Por más que lo intentara tenía gafedad con este tema así que a punto de desesperarme todo el mundo empezó a interesarse por mi relación con el DNI – escribí un post en esa época y todo– y a seguir presionándome para intentarlo de nuevo. Otros se lo tomaban a choteo.

A estas alturas yo lo estaba pasando peor que con el carné de conducir, me entraban sudores solo de pensarlo y me daba pánico que me “suspendieran” de nuevo.

Así que me armé de valor y de astucia. Ak ak ak. Alguien me comentó que si justificabas un cambio de domicilio te salía gratis la renovación, así que dije “venga, como tengo poco que hacer y muchas ganas me voy a empadronar en otro sitio y así con el papelito me ahorro 18 euros al menos”. Esto pospuso la operación unos quince días mas porque tampoco es que en el Ayuntamiento fueran Speedy Gonzalez.

Y al final lo conseguí. Copia compulsada del empadronamiento:lista. Cita previa: preparada. Fotografías: e el fotomatón de al lado de la comisaría, sin palillo, de frente, ojos abiertos, sin foulard ni achiperres, con un careto de ectoplasma terrible pero respetando todas y cada una de las normativas fotográficas de hacer el DNI. Y allí fuí.

¿Qué pasó por el camino? No lo recuerdo. pero cuando llegué no tenía certificado de empadronamiento, se voló, lo extravié, ni idea. Y aún así decidí enfrentarme a mis miedos, abonar las tasas, sonreir mucha a la funcionaria que resultó ser majísima, y sabéis que? Que consesguí el puñetero DNI, con tan buena suerte que, si no lo pierdo, puedo estar con este valiosísimo y preciado documento… hasta el año 2025.

Y luego me comí unos DORITOS.