Un biomodelo3D realizado en la Universidad Nacional Arturo Jauretche permitió concretar con éxito procedimientos quirúrgicos en el “Hospital de Alta Complejidad El Cruce – Dr. Néstor Kirchner”, de Florencio Varela, Pcia. de Buenos Aires. El equipo de traumatología y ortopedia del nosocomio utilizó como referencia una copia exacta en 3D de la columna deformada del paciente para realizar la operación que, por su complejidad, se realizó en dos etapas. Llegó al hospital con la columna totalmente torcida, sin posibilidades de caminar y para pararse debía pedir ayuda. Su diagnóstico era neurofibromatosis, la cual le provocó una deformidad severa en la columna y este joven, de 23 años y oriundo de Mendoza, ingresó al “Hospital de Alta Complejidad El Cruce – Dr. Néstor Kirchner”, de Florencio Varela, Pcia. de Buenos Aires, para someterse a una operación muy compleja con riesgo de vida. Era tan compleja la intervención quirúrgica que el equipo de traumatología y ortopedia del hospital debió descartar el método tradicional de observación de imágenes desde una tomografía computada. Era conveniente utilizar un biomodelo tridimensional. Por lo tanto, se convocó a la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) para que diseñe e imprima en 3D una copia exacta de la columna deformada. Al momento de la intervención “era muy importante contar con la maqueta, porque da la idea tridimensional de la patología para poder simplificar el acto quirúrgico”, explicó Guillermo Kahl, uno de los médicos que participó de la operación y detalló que “como hay sangrado y variaciones anatómicas que a veces son difíciles de interpretar, contar con la maqueta desde unos días previos a la intervención permitió disminuir de gran manera las complicaciones”. Los especialistas realizaron una intervención en dos etapas. La parte más grave fue la liberación del conducto y la corrección de la deformidad local y luego una corrección de la deformidad global, logrando evitar complicaciones mayores, que pueden ser la muerte, la lesión neurológica, la lesión vascular. El paciente está evolucionando bien, se retiró caminando del hospital y durante unos meses deberá someterse a unos controles de rutina para que consolide el hueso alrededor de su columna. Valeria Sararols, docente de la materia Diseño Bioindustrial de la UNAJ, especializada en Biodiseño y productos mecatrónicos, estuvo a cargo de la impresión y segmentación de la réplica de la columna, que luego se esterilizó y se utilizó en la cirugía como material de soporte en la toma de decisiones. El proceso se realizó a partir de la segmentación de la tomografía computada del paciente y luego se imprimieron las vértebras, para luego conformar la columna vertebral del biomodelo completo. La reconstrucción 3D fue realizada mediante software de segmentación y modelado 3D, a partir de los cuales se editaron las imágenes DICOM del estudio del paciente y se exportaron las mallas poligonales que permitieron la generación de modelos tridimensionales con una impresora 3D. Una vez impresas las vértebras con polímeros biodegradables, se ensamblaron para conformar la columna, obteniendo una réplica en escala real de la columna vertebral del paciente”, precisó Sararols. “Fue una semana de muchísimo trabajo, muchas horas de segmentación y de impresión 3D. Eran 17 vértebras en total y realizar 4 vértebras lleva alrededor de 10 a 13 h, sólo de impresión, porque luego hay que sumar todas las horas de segmentación de la tomografía computada. Fue en tiempo récord por la urgencia del caso”, señaló la investigadora. “Si bien en nuestro país hay empresas que se dedican a realizar estos productos, la diseñadora destacó la tarea de la UNAJ: “Estamos enseñándole a los alumnos a poder hacer este tipo de desarrollos desde una universidad pública y gratuita. Esto es algo con lo que ellos se pueden ofrecer como servicio a futuro porque, además, los software que utilizamos son libres”. Sobre la tecnología en general, Sararols aseguró que tiene un “crecimiento exponencial” y que ya se habla de “bioimpresión”, esto es, utilizar no sólo materiales plásticos y metálicos sino células madre y, a futuro, poder generar órganos. “Estamos muy contentos con el resultado” Según señaló Kahl, se trata de una cirugía que se hace en muy pocos lugares del país, porque no es convencional: “es una cirugía muy difícil de hacer a nivel mundial. Son patologías muy complejas y que requieren de mucha formación y entendimiento para no tener complicaciones”. “Nosotros estamos muy contentos con el resultado. Y la familia también está muy contenta, se logró una buena corrección”, remarcó orgulloso Kahl, quien junto a Marcelo Orellana, Nicolás Bacaloni, Nicolás Albarracín, Osvaldo Romano, Guillermo Kahl y todo el servicio de traumatología, participaron en la planificación y en la actividad quirúrgica. Por su parte, el Dr. Osvaldo Romano, jefe del servicio de Traumatología del Hospital y docente del Instituto de Ciencias de la Salud de la UNAJ, agregó que “el hecho de contar con esta tecnología en el hospital, que ya está presente en otras partes del mundo, es de gran utilidad para nuestro servicio”. Romano destacó el trabajo mancomunado entre el Hospital El Cruce y la Universidad Nacional Arturo Jauretche, para operar de la columna a un paciente con un biomodelo impreso en 3D como referencia: “son adelantos de la ciencia que permiten mejorar los procedimientos quirúrgicos y hasta disminuye el tiempo de las cirugías”. Julio Longa jlonga@unaj.edu.ar Andrea Romero y Gretel Flores Prensa y comunicación institucional
Un biomodelo3D realizado en la Universidad Nacional Arturo Jauretche permitió concretar con éxito procedimientos quirúrgicos en el “Hospital de Alta Complejidad El Cruce – Dr. Néstor Kirchner”, de Florencio Varela, Pcia. de Buenos Aires. El equipo de traumatología y ortopedia del nosocomio utilizó como referencia una copia exacta en 3D de la columna deformada del paciente para realizar la operación que, por su complejidad, se realizó en dos etapas. Llegó al hospital con la columna totalmente torcida, sin posibilidades de caminar y para pararse debía pedir ayuda. Su diagnóstico era neurofibromatosis, la cual le provocó una deformidad severa en la columna y este joven, de 23 años y oriundo de Mendoza, ingresó al “Hospital de Alta Complejidad El Cruce – Dr. Néstor Kirchner”, de Florencio Varela, Pcia. de Buenos Aires, para someterse a una operación muy compleja con riesgo de vida. Era tan compleja la intervención quirúrgica que el equipo de traumatología y ortopedia del hospital debió descartar el método tradicional de observación de imágenes desde una tomografía computada. Era conveniente utilizar un biomodelo tridimensional. Por lo tanto, se convocó a la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) para que diseñe e imprima en 3D una copia exacta de la columna deformada. Al momento de la intervención “era muy importante contar con la maqueta, porque da la idea tridimensional de la patología para poder simplificar el acto quirúrgico”, explicó Guillermo Kahl, uno de los médicos que participó de la operación y detalló que “como hay sangrado y variaciones anatómicas que a veces son difíciles de interpretar, contar con la maqueta desde unos días previos a la intervención permitió disminuir de gran manera las complicaciones”. Los especialistas realizaron una intervención en dos etapas. La parte más grave fue la liberación del conducto y la corrección de la deformidad local y luego una corrección de la deformidad global, logrando evitar complicaciones mayores, que pueden ser la muerte, la lesión neurológica, la lesión vascular. El paciente está evolucionando bien, se retiró caminando del hospital y durante unos meses deberá someterse a unos controles de rutina para que consolide el hueso alrededor de su columna. Valeria Sararols, docente de la materia Diseño Bioindustrial de la UNAJ, especializada en Biodiseño y productos mecatrónicos, estuvo a cargo de la impresión y segmentación de la réplica de la columna, que luego se esterilizó y se utilizó en la cirugía como material de soporte en la toma de decisiones. El proceso se realizó a partir de la segmentación de la tomografía computada del paciente y luego se imprimieron las vértebras, para luego conformar la columna vertebral del biomodelo completo. La reconstrucción 3D fue realizada mediante software de segmentación y modelado 3D, a partir de los cuales se editaron las imágenes DICOM del estudio del paciente y se exportaron las mallas poligonales que permitieron la generación de modelos tridimensionales con una impresora 3D. Una vez impresas las vértebras con polímeros biodegradables, se ensamblaron para conformar la columna, obteniendo una réplica en escala real de la columna vertebral del paciente”, precisó Sararols. “Fue una semana de muchísimo trabajo, muchas horas de segmentación y de impresión 3D. Eran 17 vértebras en total y realizar 4 vértebras lleva alrededor de 10 a 13 h, sólo de impresión, porque luego hay que sumar todas las horas de segmentación de la tomografía computada. Fue en tiempo récord por la urgencia del caso”, señaló la investigadora. “Si bien en nuestro país hay empresas que se dedican a realizar estos productos, la diseñadora destacó la tarea de la UNAJ: “Estamos enseñándole a los alumnos a poder hacer este tipo de desarrollos desde una universidad pública y gratuita. Esto es algo con lo que ellos se pueden ofrecer como servicio a futuro porque, además, los software que utilizamos son libres”. Sobre la tecnología en general, Sararols aseguró que tiene un “crecimiento exponencial” y que ya se habla de “bioimpresión”, esto es, utilizar no sólo materiales plásticos y metálicos sino células madre y, a futuro, poder generar órganos. “Estamos muy contentos con el resultado” Según señaló Kahl, se trata de una cirugía que se hace en muy pocos lugares del país, porque no es convencional: “es una cirugía muy difícil de hacer a nivel mundial. Son patologías muy complejas y que requieren de mucha formación y entendimiento para no tener complicaciones”. “Nosotros estamos muy contentos con el resultado. Y la familia también está muy contenta, se logró una buena corrección”, remarcó orgulloso Kahl, quien junto a Marcelo Orellana, Nicolás Bacaloni, Nicolás Albarracín, Osvaldo Romano, Guillermo Kahl y todo el servicio de traumatología, participaron en la planificación y en la actividad quirúrgica. Por su parte, el Dr. Osvaldo Romano, jefe del servicio de Traumatología del Hospital y docente del Instituto de Ciencias de la Salud de la UNAJ, agregó que “el hecho de contar con esta tecnología en el hospital, que ya está presente en otras partes del mundo, es de gran utilidad para nuestro servicio”. Romano destacó el trabajo mancomunado entre el Hospital El Cruce y la Universidad Nacional Arturo Jauretche, para operar de la columna a un paciente con un biomodelo impreso en 3D como referencia: “son adelantos de la ciencia que permiten mejorar los procedimientos quirúrgicos y hasta disminuye el tiempo de las cirugías”. Julio Longa jlonga@unaj.edu.ar Andrea Romero y Gretel Flores Prensa y comunicación institucional