Nos pasamos años estudiando sobre la psique humana… para llegar a la conclusión que… apenas sabemos… que cada vez sabemos menos… Y viene el don o la doña de turno y se lanza a opinar sobre lo que le pasa a una u a otra persona, alegremente…
Proliferan los programas de tele basura (que bien les viene el adjetivo) en los que parlanchines de turno dan su opinión sobre cualquier temática… política, economía, deporte… da igual… opinan como si tuvieran la verdad sobre lo que dicen. Como si su palabra tuviera más valor que la del otro. Apenas escuchan al mundo y con dificultades enormes aceptan las diferencias.
Pareciera que poco importa buscar algo de verdad… algo de la esencia de las cosas… algo de aquello que cuando uno lo escucha dice: Si! Esto si! Algo de la fenomenología… de lo obvio… de lo indudable, por lo real que emerge. En cambio chorrean las opiniones… las elucubraciones… las hipótesis baratas, que se lanzan y escupen sobre cualquiera, como insultos… los diagnósticos y etiquetas sobre las personas… Cualquiera opina sobre educación, sobre psicología, sobre política y economía… Pareciera que todos sabemos hacer mejor que los profesionales que se dedican… Menudo hartazgo con tanta opinión!!! Un poquito de seriedad!!!