Me refiero a la mascarilla FLASH HYDRATION de Lancaster. Es una mascarilla facial que hidrata y nutre la piel en profundidad y sin apenas dejarla actuar. Con cinco minutos basta para apreciar el cambio en el tono de la piel. Yo me decidí a comprarla porque la marca Lancaster es sinónimo de calidad, al menos en mi entorno más cercano, y porque necesitaba hidratar en profundidad la piel. Aunque no he tomado el sol casi nada este verano, el calor y la sequedad del ambiente repercuten en la piel. Es un hecho. Por mucho que nos cuidemos siempre hay que recurrir a algún producto específico para ciertos momentos en los que la piel está más sensible. Lo dicho, me compré la mascarilla por probar y resultó ser un grato descubrimiento.
En lo referente a la aplicación es lo más sencillo del mundo, basta con limpiar previamente el cutis y aplicar la mascarilla extendiéndola bien por toda la superficie, pero con cuidado de no tocar el contorno de los ojos. Se deja actuar entre cinco y diez minutos y se retira el excedente con un pañuelo.
La sensación al aplicarla es de frescor, al principio resulta raro pero es una sensación agradable. Como es una mascarilla, la textura es más densa que la de cualquier otra crema, pero no es pesada. La aplicas y enseguida se absorbe. Eso si, yo recomiendo emplearla por la noche porque la piel queda muy brillante, incluso limpiándola a fondo. En cuanto al número de aplicaciones yo la aplico de una a dos veces por semana, aunque todo depende del estado de la piel.
Si algun@ de vosotr@s la ha probado, por favor ¡compartid vuestra opinión!
¡Nos leemos!