Eco, en la mitología griega, era hija del Aire y de la Tierra, y ninfa de los bosques y las fuentes. De todas las ninfas, era la más charlatana y juguetona, y aprovechaba su locuacidad para distraer a la diosa Hera cuando su marido, Zeus desaparecía para poder cortejar y enamorar a otras ninfas.
Cuando Hera se enteró de las infidelidades de Zeus, castigó a Eco diciéndole: -”Dirás siempre la última palabra, pero jamás podrás decir la primera”. Asustada y condenada a repetir solo las últimas palabras de lo que escuchara, abandonó los bosques y se refugió en una cueva, cerca de un riachuelo.
Narciso, joven de gran belleza, gustaba de dar largas caminatas sumergido en sus pensamientos. Eco le seguía todas las tardes intentando no ser vista, hasta que un día, el crujido de una rama al caminar, la descubrió. Narciso quiso conocerla y le habló…; le habló en repetidas ocasiones pero Eco no podía contestar. Consiguió con la ayuda de los animales del bosque, confesar su amor a Narciso, pero este al conocer su tragedia, solo se rió de ella. Eco, desconsolada, se dejó morir de desamor……
¡¡¡Nos encanta la mitología!!! Otro día os contamos más historias……
Si a vosotros también os gusta, podéis pasarlo muy bien leyendo El Asno de Oro , una de las joyas de la literatura universal.
Por cierto, el cuadro es del pintor británico, John William Waterhouse, quien en una etapa su vida, se vió influenciado por la literatura y mitología griega. Eco y Narciso fue pintado en 1903.