La osteoporosis se caracteriza por una reducción de la masa ósea, convirtiendo a los huesos más frágiles y en consecuencia (y a la larga), haciéndolos más propensos a sufrir una fractura.
Mayormente las mujeres son las que la padecen, debido a factores como la menopausia, pero unos hábitos dietéticos saludables llevados a lo largo de toda la vida, desde las infancia, son la clave de la prevención y el tratamiento de esta enfermedad.
La mayoría del hueso se forma durante la niñez y la adolescencia, por lo que para conseguir un adecuado y máximo pico de masa ósea, es necesario el consumo generoso de calcio.
Las dosis recomendadas según la edad son:
Niños 0-6 meses 500 mg de calcio al día.
Niños 6-12 meses 600 mg al día.
Niños 1-5 años 800 mg al día.
Niños 6-10 años 800 mg al día.
Niños 11-18 años: 1000-1300 mg al día.
Jóvenes adultos (hasta 24 años) 1000-1300 mg al día.
Durante la edad adulta 800-1000 mg de calcio al día.
Durante el embarazo y la lactancia 1300-1600 mg de calcio al día.
Durante la menopausia y la 3a. edad 800-1200 mg de calcio
Las leches desnatadas tienen la misma cantidad de este mineral que las enteras. Lógicamente las leches enriquecidas con calcio contienen una mayor cantidad de calcio asimilable por el organismo, por lo que son las más recomendables.
Los frutos secos y las legumbres son ricas en calcio pero la absorción por nuestro organismo es menor.
Carnes, pescados, frutas y verduras tienen cantidades discretas de este mineral, pero por su contenido en aminoácidos y vitaminas son muy recomendables en la dieta.
La vitamina D es muy importante en la regulación de la absorción de calcio y fósforo y por tanto en la mineralización y formación del hueso, por lo que es imprescindible durante el crecimiento y contribuyendo en el mantenimiento de la masa ósea.
El organismo es capaz de sintetizar esta vitamina a través de la exposición a la luz del sol, por lo que no es necesario tomar suplementos en la dieta.
Conviene moderar el consumo de sal, ya que junto con las proteínas, contribuyen a la perdida de calcio al inhibir la absorción de la vitamina D.
Las vitaminas A, C y K también participan en la formación de hueso por lo que es conveniente no descuidarlas.
Una alimentación equilibrada, rica en frutas y verduras, pescado y lácteos, cubrirá nuestros requerimientos de estas vitaminas.
Diversos estudios muestran la posibilidad de que las isoflavonas presentes en la soja incrementen la densidad ósea en mujeres post menopáusicas reduciendo el riesgo de osteoporosis, por lo que es un alimento que es conveniente incluir en la dieta.
El riesgo de sufrir una fractura por osteoporosis en una mujer a lo largo de su vida es del 30-40%, frente al riesgo de un hombre que se aproxima al 14%. Tras los resultados del estudio Framingham de osteoporosis, con 4 años de seguimiento a 213 hombres y 390 mujeres mayores de 75 años, se podría atribuir a los carotenoides.
Los carótenos o carotenoides (También conocidos como pro-Vitamina A) son pigmentos orgánicos que se encuentran de forma natural en plantas y otros organismos fotosintéticos como algas, algunas clases de hongos y bacterias. Se conoce la existencia de más de 700 compuestos pertenecientes a este grupo, especialmente al licopeno, un efecto protector frente a la pérdida de masa ósea en ancianos, lo que explicaría el efecto beneficioso de las frutas y verduras sobre la densidad mineral ósea, ya que éstas son ricas en carotenoides.
Algunos científicos postulan que el efecto protector de los carotenoides se basa en su efecto antioxidante, dado que los estudios previos han asociado el estrés oxidativo con un aumento de la destrucción del hueso (resorción ósea), aunque advierten que son necesarios más estudios para valorar estas asociaciones en otros grupos de población.
Volviendo al tema principal y en conclusión, se recomienda una dieta saludable y ligera rica en calcio, fósforo y vitaminas, hacer ejercicio regularmente y tomar el sol con moderación; reducir el consumo de sal y evitar los “ladrones de hueso” que son algunos tóxicos como el café, el tabaco, el alcohol, (en cantidades desmesuradas), aunque esto no significa que no se pueda tomar una copa de vino o una taza de café de vez en cuando. (Un café por la mañana para desperezarse no es una idea descabellada…)
Besos desde mi blog!!!