En muchos lugares su uso se restringe a la cocina, para sazonar carnes, guisados o para hacer sofrito. Pero recientemente me enteré de que es excelente para los dolores musculares y de artritis.
Es sencillo el procedimiento:
- caliente varias hojas nuevas de orégano brujo
- colóquelas en un pedazo de tela igualmente caliente, puede ser toalla o algodón.
- Envuelva bien y coloque sobre el área afectada
Mientras más tiempo se exponga a esa terapia, mejores serán los resultados.