Overnight oats

Por Eulàlia

El desayuno es uno de mis momentos favoritos día. Me encanta levantarme un poco antes y tener tiempo para desayunar con tranquilidad, sin prisas y escuchando las noticias en la radio mientras me preparo para afrontar el día. Es como un pequeño ritual que no cambiaría por nada y forma parte de esos pequeños placeres de la vida diaria.

A pesar de esto es verdad que hay días que no tengo tanto tiempo como me gustaría o que por cualquier cosa tengo que llevarme el desayuno para comer fuera de casa. Cuando hacía prácticas por ejemplo había días que tenía que entrar a las seis de la mañana y como a las cinco de la madrugada no tenía hambre me llevaba el desayuno y me lo comía en la redacción. En esos casos la mejor opción para desayunar bien igualmente es preparar el desayuno la noche anterior para tenerlo listo nada más levantarnos. Esto nos ahorra muchísimo tiempo y si hace falta podemos retrasar la alarma cinco minutitos más.

Hay muchos desayunos que se pueden dejar preparados el día antes pero mi favorito son las overnight oats. Seguramente muchos habréis oído hablar de ellas o las habréis visto por Instagram o Pinterest, son muy populares en los blogs de vida sana y realmente son mi desayuno favorito para cuando no tengo tiempo. Hace más o menos un año publiqué también la receta de la copa de chía y trigo sarraceno, una receta muy parecida a esta genial para intolerantes al gluten y que también se puede dejar preparada la noche anterior.

No hay una receta única para este desayuno pero para mí la clave es mezclar copos de avena, semillas de chía, una o dos piezas de fruta y leche vegetal. De esta manera tenemos un desayuno sano y completo que nos da energía toda la mañana y que nos aporta hidratos de carbono, grasas y proteínas. En este caso yo también he añadido germen de trigo pero muchas veces no lo pongo y está igual de bueno.

Espero que os guste 🙂

Ingredientes:

  • 1/4 de taza o 25gr de copos de avena
  • 1 cucharada de semillas de chía
  • 1 cucharada de germen de trigo (opcional)
  • Fresas
  • Nísperos
  • Leche de avena
  • Almendras

Instrucciones:

En un vaso grande o un tarro de cristal mezclamos los copos de avena, las semillas de chía y el germen de trigo.

Lavamos y cortamos las fresas. Pelamos y cortamos los nísperos. Añadimos las fresas y los nísperos en el bol y lo cubrimos todo con leche de avena. Lo guardamos en la nevera.

Por la mañana habrá quedado más cremoso y puede que los copos y las semillas hayan absorvido toda la leche así que podemos añadir un poco más de leche de avena hasta que quede de la consistencia que más nos guste.

Agregamos las almendras por encima y listo.