La historia que creó L. Frank Baum hace más de un siglo es conocida por todos. Un tornado lleva a Dorothy y a su perrito Totó a un país extraño, pero fabuloso. Sin embargo, ella ansía volver a su hogar, Kansas. Emprende así un viaje hacia la Ciudad Esmeralda, convencida de que el mago más poderoso, Oz, es el único que la puede ayudar. En la travesía conocerá al Espantapájaros, que desea un cerebro; al Hombre de Hojalata, que quiere un corazón; y al León Cobarde, que anhela valor. Juntos iniciarán toda una aventura, sin saber que en realidad ya tenían en sus manos eso que tanto deseaban.
El Maravilloso Mago de Oz tuvo un gran éxito y su autor llegó a publicar hasta catorce obras ambientadas en esa fantástica tierra. Cuando murió, tal día como hoy de 1919, fueron otros los escritores que continuaron con la historia. Ruth Plumly Thompson, por ejemplo, editó cerca de un centenar de libros sobre Oz.
Además, la obra se ha llevado al teatro y cuenta con varias adaptaciones tanto para la pequeña como para la gran pantalla, aunque la versión más conocida es la protagonizada por Judy Garland. Pero eso no es todo, hasta una editorial e incluso un grupo de música se han visto hechizados por ella y han tomado prestado para sí el nombre del mago.
Aunque Baum creó El Maravilloso Mago de Oz para los niños, con el paso del tiempo se convirtió en un clásico para toda la familia. Y es que esta es una obra compleja, cargada de valores, con unos personajes de esos especiales, que se mueven por un mundo lleno de luz, pero también de oscuridad. Sin duda, nos encontramos ante una extraordinaria narración, una obra mágica.