Palabras para ashraf

Por Cgamez
Ya está a la venta el libro que, por iniciativa de Juan Luis Calbarro, se creó para apoyar al artista palestino Ashraf Fayad, encarcelado por sus ideas en Arabia Saudí, y en donde colaboro con un breve escrito.

Podéis adquirir el libro en el siguiente enlace. Y aquí podéis consultar la nómina de autores. También os puede servir el código QR:

Los beneficios se destinarán a una ONG que vele por los derechos humanos en Arabia Saudí.
Este es el prólogo de la obra, en donde se desarrolla la declaración de intenciones de Juan Luis:
PALABRAS INICIALES Y PETICIÓN
De la misma manera en que solicité la colaboración de un puñado de escri­tores para llevar a cabo este proyecto edito­rial y solidario a favor del preso de conciencia Ashraf Fayad, hoy, lector, solicito tu colaboración.
Ashraf, poeta y comisario artístico, fue condenado por un tri­bunal saudí, primero, a cuatro años de prisión y, un año des­pués, a muerte, por los deli­tos de blasfemia, ateísmo y ofen­sas al islam. Su error había sido escribir versos. Reciente­mente, gracias en parte al trabajo denodado de su familia y en parte a la enorme repulsa manifestada internacional­mente, le ha sido conmutada la pena por la de ocho años de prisión más ochocientos latiga­zos, administrados en dieciséis series de cincuenta.

Las verdaderas causas de su condena parecen ser la visión crítica de la realidad que encierra su poemario
Instrucciones en el interior (2008), su posición influyente en la renovación del arte saudí (un gremio poco conven­cional al que de vez en cuando hay que recordar los límites del re­dil) y, también, que grabó y publicó imágenes de una actuación represiva por parte de la policía religiosa del régimen. Durante el proceso que lo abo­có a la muerte se había ignorado su derecho a la de­fensa de un abogado; el juez ni siquiera había hablado con el reo.
Condenar a alguien por tener o no tener una fe religiosa, o por cualquier opinión o creencia vertida en un libro, es con­trario a los derechos humanos y nos lleva de vuelta de lleno a la Edad Media. Hacerlo, además, como pretexto para elimi­nar la disidencia o la crítica es signo de qué clase de ré­gimen es el saudí.

En noviembre de 2015, cuando Ashraf fue condenado a muerte, inicié en Change.org una petición en la que muchos solicitamos al gobierno de Espa­ña que pusiese de su parte to­do lo posible para impedir este atropello. A día de hoy esta­mos cerca de reunir 300.000 firmas de apoyo; te invito, lec­tor, a unirte también a esta iniciativa y firmar la petición: su dirección elec­trónica está en la página de créditos. Gracias a una comunicación directa con el ministerio de Asuntos Exte­riores por parte de Mounir Fayad, un her­mano del condena­do que reside en Asturias desde hace ya muchos años, sa­bemos que el ministro en funciones García-Margallo está al tanto del ca­so. Todos deseamos que eso se traduzca en ac­ciones concretas.

Y a principios de marzo de 2016 inicié la producción del pre­sente volumen para su publicación en Los Papeles de Brigh­ton. Sesenta y un escritores res­pondieron al llamamiento sin hacer una sola pregunta, dedicando generosa y apresurada­mente su tiem­po y su esfuerzo para poder manifestar en es­tas páginas, con toda su energía, su apoyo a Ashraf y su convicción de que la opinión nunca puede ser delito, de que los versos no pueden ofender a nadie. Entre ellos hay al­gunos de nuestros más reconocidos poetas, narra­dores y ensayistas, acadé­micos y figuras internacionales, junto con otros au­tores no tan celebrados pero igualmente pertenecientes a lo mejor de lo que se está haciendo hoy en la literatura nacional y, desde luego, todos ellos primeros espadas de la solidaridad. Sorprende que una gran parte de los convocados hayan decidido generosamente aportar textos escritos ex profeso para este libro, lo que le añade un enorme valor literario; allá don­de las contribuciones no son inédi­tas, indico al pie la refe­rencia de su pri­mera publicación.
Quiero destacar que en la selección de los autores no hubo, ni ellos lo hubieran permitido, sesgo ideológico alguno. Aquí conviven firmas de todas las adscripciones po­líti­cas; personas de convicciones religiosas y laicas; autores preocupados por la persecución del ateísmo o por las libertades en Oriente, por la pesadilla concreta de la prisión del poeta o por el contexto geopolítico más general del conflicto entre Oriente y Occiden­te, por el momento que vive el Islam o por la interrelación en­tre las diversas tensiones que le atañen, por los ele­mentos más humanos y sentimentales del asunto o por una reflexión gene­ral sobre la necesidad de la libre opinión y de la crítica de las verdades es­tablecidas.
Son principalmente hombres y mujeres de Europa, pero tam­bién un puña­do de otras orillas. Al­gunos han escrito sobre Ashraf y otros han puesto un poema en su boca. Se han da­do convergencias reseñables, como el diálogo intertextual en­tre Isaac Goldemberg y Carlos Martínez Gorriarán en torno a la célebre afirmación de Adorno sobre la poesía después de Auschwitz. Este homenaje es también una inusual es­tafeta por la que pasan cartas dirigidas a Ash­raf, cartas para los propios hijos de los autores, como es el caso de la de Isabel Camblor, y una emo­cionante misiva del propio herma­no del conde­nado, Mounir Fayad, a los autores de este libro. Vamos de la ira indignada de Eduar­do Moga a las llamadas a la hermandad entre pue­blos de Antonio Gamo­neda o Tomás Sánchez Santiago. Todos han aporta­do su texto porque de­seaban estar aquí, sin más aspiración que manifestar su apo­yo a Ashraf y su fa­milia y a los cientos de presos de concien­cia que hoy sufren malos tra­tos y cautiverio en Arabia Saudí y otros países de su entorno. Todo el que se acerque a estas páginas podrá entender que, en la lucha por los dere­chos de todos, no estamos enfrente de nadie, sino abra­zados los unos con los otros. No es éste un libro contra nada ni nadie, sino a favor de la liber­tad.
Ahora llega mi petición, lector. Te voy a pedir, como en su día solicité a los magníficos escritores que vas a leer en las pró­ximas páginas, que compres al menos un ejemplar de
Pala­bras para Ashraf. Con la presentación del li­bro y las noticias que rodean su lanzamiento damos a conocer, hasta don­de podamos llegar, el caso de Ashraf Fayad y el de los cientos de presos de conciencia que sufren cautiverio en aquel país cada año y de los que él es, a su pesar y como otros presos políti­cos conocidos –Raif y Samar Badawi, Walid Abuljair, Alí Mo­hamed al Nimr…–, sólo un representante cualifica­do; e in­tentamos que su drama no pierda actualidad y que las auto­ridades saudíes consideren el indulto. El libro está a la venta permanentemente en Amazon y los beneficios obtenidos se­rán destinados íntegramente a una or­ganización de defensa de los derechos humanos en Arabia Saudí. Conside­ra tam­bién, por tanto, darle toda difusión posible a esta publicación y rega­lar sendos ejem­plares de este libro a tus amistades, porque la causa lo me­rece, pero tam­bién porque en sus pági­nas encontrarán unas cuantas de las mejores fir­mas del pa­norama literario español y algunos testimonios con­movedores.
Saludos cordiales.
Juan Luis Calbarro

Palma de Mallorca, 10 de abril de 2016