Paleolítico en América

Por Enrique @asurza

Contrariamente a lo sostenido durante décadas, los últimos avances en los estudios del Paleolítico en América y el uso de métodos más modernos de datación arrojan fechas cada vez más antiguas, hasta equipararse gradualmente a las de Europa. En América, el período Paleolítico corresponde a la etapa de evolución cultural de los cazadores, recolectores y pescadores.

Poblamiento humano y fauna

Pese a que el fenómeno glaciar afectó al planeta en su conjunto, las glaciaciones americanas, en especial las que cubrieron la mayor parte del territorio de América del Norte, constituyeron una de las masas de hielo más grandes de la Tierra. Este factor condicionó el ritmo de poblamiento del Nuevo Mundo. En la actualidad, la teoría más aceptada afirma que la masa de población humana inmigrante en el continente americano penetró a intervalos de tiempo por lo que hoy es el estrecho de Bering y Alaska, trasladándose posteriormente, en oleadas, hacia el sur del continente. En el nordeste de Asia, hoy pueden señalarse hasta tres de los caminos libres de hielo que llevaban hasta el estrecho de Bering, que, en el Protopaleolítico, debía ser un ancho puente de tierra salpicado de lagos que llegarían a unirse a la llanura del río Yukón, en Alaska. Ése fue, sin duda, el camino seguido por manadas de animales y bandas de cazadores para penetrar en el territorio americano. Los animales de Norteamérica eran en parte asiáticos y en parte sudamericanos. El elefante o mamut, el alce, el bisonte, el reno, el castor y diversos félidos procedían de Asia. En cambio, el megaterio, el mylodón y el megalonix provenían de Sudamérica. Eran autóctonos el mastodonte y algunas especies de equus, platygonus y tapirus. Entre el 8000 y el 6000 a. C., la mayor parte de esta fauna desapareció del paisaje americano.
El Paleolítico americano, al igual que en el resto del mundo, puede dividirse en dos períodos: el Paleolítico Inferior y el Superior.
Ambas etapas constituyen, a su vez, dos tradiciones culturales que prolongan su vigencia hasta fechas muy recientes.

La glaciación que permitió poblar América

La industria lítica en el Paleolítico en América

Desde el punto de vista de la tecnología, el Paleolítico Inferior se caracterizó por la fabricación de instrumentos líricos por medio de la técnica de la percusión. Tales utensilios consistían en núcleos o piezas nodulares y lascas, no llegando a fabricarse instrumentos más elaborados, como las puntas de proyectil y los cuchillos y hojas de talla bifacial que caracterizaron la industria del periodo siguiente. El Paleolítico Superior de Norteamérica se inicia con la llamada retirada de la glaciación de New Haven hacia el 15.000 a. C, lo que condujo a la apertura del pasillo situado entre los focos de glaciación de Keewatin y Piedmont. Por esta ruta entraron nuevos contingentes humanos, que trajeron de Asia industrias líticas desconocidas hasta entonces y formas de organización económica más desarrolladas. Los nuevos pobladores elaboraban instrumentos mucho más finos, como puntas de proyectil, que incrementaban la capacidad de caza, relegando a segundo término las técnicas de recolección. Estos cazadores del Paleolítico Superior de América del Norte, como había sucedido anteriormente con los cazadores-recolectores del Paleolítico Inferior, penetraron en México y América Central para expandirse, finalmente, por América del Sur. Los complejos Clovis y Folsorn, propios del Paleolítico Superior, alcanzaron el valle de México en el 8000 a. C. Otros complejos más meridionales. evolucionados a semejanza de los existentes en América del Norte, son los de El Jobo, en Venezuela; El Inga, en Ecuador: Lauricocha, en Perú, y Viscachani, en Bolivia. Los complejos Tóldense, Casapedrense y Ayampitense representan las formas más australes de esta tradición cultural.
La pintura rupestre constituye un valioso testimonio de esta evolución cultural. Sus principales focos se localizan en la Baja California, Brasil, los Andes Centrales y la austral Patagonia.

En 8000-7000 a. C, un conjunto de cambios climáticos determinó el retroceso definitivo de las grandes masas glaciares. Como consecuencia de este fenómeno, hacia el 6000 a. C. se agotó la megafauna y, por tanto, una de las fuentes de proteínas más importantes para la alimentación de los cazadores. El cultivo de vegetales suplió aquella pérdida. A su vez, el desarrollo de la agricultura generó fuertes cambios culturales.

Folsom de un bisonte

Los murales de Cueva Pintada

Abrigo situado en la sierra de San Francisco, en la Baja California (Estados Unidos). Cueva Pintada representa uno de los testimonios más relevantes del arte rupestre americano. El conjunto incluye representaciones de extraños hombres pintados, medio cuerpo en rojo y la otra mitad en negro, que se superponen a cérvidos y aves, muy comunes en esa región norteamericana.

Cueva Pintada

Un continente heterogéneo

Constituida por dos grandes masas de tierra, de forma relativamente triangular y unidas por un estrecho pasillo intermedio, América es, de hecho, un doble continente. Esta realidad condicionó el desplazamiento poblacional y la interrelación cultural entre las diversas áreas. Centenares de nichos ecológicos, una gran diversidad climática y las características topográficas -grandes sistemas orográficos en la vertiente del Pacífico y extensas llanuras por la vertiente atlántica- avalan la gran heterogeneidad cultural de la América precolombina que tras unos 40.000 años de historia, hoy se expresa a través de más de 2000 lenguas diferentes.

Cronología

Taima-taima 15.400 a. C. Venezuela. Útiles líticos de caza, huesos de megafauna y especies menores.

Tibito 15.600 a. C. Colombia. Útiles de piedra y restos óseos de mamuts, caballos y ciervos.

Jaguay 14.900 a. C. Perú. Herramientas de piedra rotas o inacabadas. Básicamente pescadores.

Piedra Museo y Los Toldos 17.000-14.900 a. C. Argentina. Útiles unifaciales y megafauna.

Lapa do Boquete 15.950-14.900 a. C. Brasil. Útiles de piedra, restos de frutos y peces.

Folsom-Clovis 15,000 a. C. EE.UU. Puntas de proyectil.

Pedra Pintada14.900 a C. Brasil. Útiles Micos y cerámicos, heces humanas y restos de frutos y caza.