Y en ello ando, dándole vida éstos días a mi “masa madre”, siguiendo los consejos de Ibán Yarza, "masa madre" que espero y deseo poder presentar oficialmente en breve.En éste punto me preguntareis ¿y éste riquísimo pan que has preparado nada más tener el libro ya es con la masa madre?...pués no, aún la tengo en pleno proceso de crecimiento, pero no me podía resistir, tenía que hacer pan este mismo fin de semana y éste….¡¡ No necesita amasar, ni tampoco masa madre !!
La receta de Ibán Yarza, página 78: “Pan de soda” Cambios que he realizado: La forma, no tenía el molde tipo rectangular, por lo que debido al molde totalmente cuadrado me quedó más ancho y menos alto.
Al final, no pude resistirme y le puse semillas de girasol por encima (la receta original no tiene ningún tipo de semilla, aunque él dice que lo pide a gritos). No indica el libro el tipo de miel y usé miel de caña (malagueña). Ingredientes: Harina integral de trigo 245 grmos., harina panificable 15 grmos., 3 cucharadas de postre de levadura química, 280 gramos de agua, 35 gramos de miel y 7 gramos de sal, semillas de pipas de girasol. Los pasos a seguir:
Calentar el horno a 220º C. Untar el molde con mantequilla y enharinarlo. En un cuenco mezclar bien todos los ingredientes, amasando con la mano hasta obtener algo parecido a un barro, hasta que toda la masa esté homogénea. Echarla en el molde procurando que no ocupe la masa más de la mitad del mismo. Esparcir las semillas de girasol y un poco de harina por encima. Hornear durante unos 40 minutos aproximadamente (si se dora demasiado, Ibán nos aconseja que se ponga papel de aluminio por encima). Sacar del horno, desmoldar el pan y dejarlo enfriar sobre una rejilla para dejar que se “asiente”.
Delicioso…un pan que se hace en un plís-plás, sin fermentar, sin amasar, pero con un gran sabor.Sí quiero comentar, si me lo permiten, que quienes nunca han hecho pan, no desesperen, no se desanimen…recuerden como bien dice el refrán: "al que amasa todo le pasa”, no se preocupen si no sale todo lo bien que quisieran, aunque esté duro, como un ladrillo, sigan intentándolo, merecerá la pena. Mientras, sigo con ésta nueva andadura, leyendo y releyendo, aunque a veces no lo entienda, seguiré “estudiando” y experimentando harinas, fermentaciones, levados y amasados, con o sin masa madre, en una palabra: hacer pan en casa.