Así que el otro día me puse a experimentar y he preparado esta delicia que es super sencilla de hacer. Admite cualquier relleno que os guste, yo en este caso he hecho una variante de mi tapenade de tomate que tanto nos gusta en casa. Queda la mar de resultón y muy tierno ¡ya veréis!
Ingredientes para la masa: 500 g harina; 1 sobre levadura seca de panadero; 10 g azúcar; 30 g mantequilla; 300 ml leche; 1 huevo.
Ingredientes para el pesto rojo: 100 g tomates secos (en aceite); 2 dientes ajo grandes; 1 cucharada orégano seco; 1 cucharada tomillo seco; 8 aceitunas negras; 2 cucharadas queso parmesano rallado; 7 cucharadas aceite; pimienta.
Preparación: Poner en el bol de la amasadora la harina mezclada con la levadura y el azúcar. Añadir la mantequilla blandita y comenzar a amasar. Ir añadiendo la leche poco a poco y una pizca de sal hasta formar una masa que se despega de las paredes.
Pasar la masa a la mesa, ligeramente enharinada, y continuar amasando durante 10 minutos hasta obtener una masa lisa y homogénea. Dejar levar en el mismo bol, tapada y al abrigo de corrientes, durante 1 hora.
Mientras, poner en el vaso de la batidora todos los ingredientes del pesto rojo y triturar hasta obtener una crema con una textura para untar.
Dividir la masa en dos partes. Extender cada una de ellas con el rodillo formando un disco de unos 25 cm de diámetro. Extender sobre cada parte la mitad del pesto rojo como si fuera el tomate en una base de pizza. Enrollar el disco sobre si mismo hasta formar un rulo. Cortar el rulo en discos gruesos y colocar los discos en posición vertical bien juntos rellenando completamente un molde cuadrado que, previamente, habremos engrasado.
Dejar levar tapado y al abrigo de la corriente durante otra hora. Pintar con cuidado todo el pan con la yema de huevo batida y hornear a 200 ºC durante 20'25 minutos. Servir ¡y disfrutar!