Veréis...he tenido la suerte de estar de vacaciones en la maravillosa Sicilia, un paraíso que no podéis dejar de visitar, no sólo por sus calas maravillosas, por sus gentes sencillas, por su temperatura ideal, o por su patrimonio inmenso sino también por su gastronomía. Así que con tal resaca vacacional decidí que había que hacer un pequeño recorrido por la cocina tradicional siciliana dando carta libre a las participantes.
Normalmente, este mes me hubiera tocado a mi proponer las recetas pero he preferido que cada una eligiera la que quisiera, siempre y cuando fuera típica siciliana. ¡Ha sido fantástico! Por mi parte, tenía muy claro que iba a preparar dos de las delicias que pude degustar así que vamos hoy con mi propuesta salada.
Yo lo probé en un bar de Erice y me lo comí encantada visitando este precioso lugar en lo alto de la montaña en la costa occidental de Sicilia. En este caso he querido preparar no sólo el bocadillo sino también el propio pan y me he decantado por un pane casereccio (casero) muy sencillo y que queda muy rico. Os lo cuento todo...
Ingredientes para el pan: 350 g harina 00; 175 g agua; 12.5 g levadura fresca; 1/2 cucharadita azúcar; 1/2 cucharadita sal; 2 cucharadas aceite.
Ingredientes para el relleno: tomates; 1 lata anchoas; queso pecorino; orégano; aceite oliva; sal; pimienta.
Preparación: Disolver 2.5 g de levadura fresca en 25 g de agua templada. Añadir a 50 g de harina (mezclada con el azúcar) y amasar hasta obtener una masa lisa. Formar una bolita y poner en un bol untado con el aceite. Cubrir con papel film y dejar toda la noche en la nevera. Al día siguiente poner la masa en el interior del horno cerrado y sin calentar para que la masa leve (podéis saltaros el paso de la nevera y dejarlo toda la noche en un sitio seco y sin corrientes).
Disolver el resto de la levadura en el resto del agua templada. Poner en el bol del robot el resto de la harina, hacer un hueco en el centro y colocar la masa madre junto con el aceite y añadir el agua con la levadura y comenzar a amasar. Añadir la sal al final.
Continuar amasando a mano hasta que tengamos una masa lisa y suave. Es bueno que tiréis la masa sobre la mesa, como dándole golpes, mientras la amasáis. Partir la masa en 4 trozos y darles la forma que queráis, en mi caso redonda y un poco aplastada. Cortar una cruz en cada pan y colocarlos encima de la bandeja del horno forrada con papel. tapar y dejar levar durante 40 minutos en un sitio cálido (en mi caso de vuelta al horno).
Hornear a 220 ºC durante 15 minutos y después a 190 ºC durante 20 minutos más. Dejar entibiar antes de condimentar. No apagar el horno.
Abrir el pan por la mitad a lo largo y untar la miga con un chorrito de AOVE. Frotar ambas mitades para que se impregne del aceite. Sazonar con sal y pimienta. Colocar encima de una mitad una capa de tomate en rodajas, encima una base de queso pecorino en láminas y por encima las anchoas. Espolvorear con orégano y cubrir con la otra mitad del pan. Meter 5 minutos en el horno y comer calentito.
El pane cunzato (pan sazonado), también llamado pane della disgrazia (pan de la desgracia), es uno de los platos tradicionales de la cultura culinaria de Sicilia, región que visitamos este mes y cuya capital es la caótica y "decadente" Palermo. Nació a partir de la gente sencilla que hizo de la necesidad virtud y que, en ausencia de un condimento rico, tomó la costumbre de enriquecer el gusto del pan con sabores económicos y de fácil disponibilidad, como el tomate y el queso. Los más afortunados se podían permitir el lujo de comprar un pedazo de sardina con que frotar el pan y así, con los años, evolucionó a la receta actual.
Vamos ahora con la propuesta de las participantes, a cual más sabrosa y variada...¡ñam ñam! Este mes gana por goleada la salada jejejeje. Por cierto, ha sido la participación más numerosa de un reto salado y he aprendido muchísimo con vosotras ¡gracias!
Hasta aquí esta edición multitudinaria y sin precedentes de participación. ¡Gracias a todas! ¡Nos vemos mañana!