Para qué sirven las palabras
La semana pasada os invité a ver Mi vida sin mí y os confesé que probablemente era mi película favorita de Isabel Coixet. De hecho, es mi favorita. Aún así, debo reconocer que hay otra película que me encantó por lo inesperado y por la realidad que muestra.
La vida secreta de las palabras no es una película fácil de digerir, y es por eso que me resulta tan especial. Dudo que te deje indiferente.
Sinopsis: En una plataforma petrolífera, aislada en medio del mar, donde sólo trabajan hombres, ha ocurrido un accidente. Una mujer solitaria y enigmática que intenta huir de su pasado (Sarah Polley) va hasta allí para cuidar de un hombre (Tim Robbins) que se ha quedado temporalmente ciego. Entre ambos nace una extraña intimidad, llena de secretos, verdades, mentiras, humor y dolor. Ninguno saldrá indemne de esta relación que marcará sus vidas para siempre. Una película sobre el peso del pasado.
¿Cómo de importante es el silencio?
¿Hasta qué punto es necesario verbalizar lo que sentimos?
¿Sirve para algo contar nuestra historia?
Isabel Coixet lo tuvo difícil después de Mi vida sin mí, pero con esta película no dejó indiferente al público ni a la crítica.
Si no has visto La vida secreta de las palabras, te recomiendo que la veas. Es de esas películas en la que cada uno ve lo que quiere, interpreta lo que siente, y saca conclusiones relacionadas con su propia situación. Es una película especial.