Pero no estoy aquí para derramar tristeza, sino para enseñaros las maravillas que han caído en mis manos para estos 34. Ha sido un año especial con regalos handmade y con otros maravillosos pero intocables. Para alguien tan terrenal como yo ¡ha sido fascinante!
Desde Segovia y de las manos de Paula, Olivia the Shop, llegó el kit más bonito y más gatuno del mundo ¿sí o sí catlovers? Hace tiempo que estaba en mi wishlist este Paul & Joe de pintalabios-gato. Os confieso que no seré capaz de untar mis labios y deshacer este gatito ¡no podré! De momento, y presa del pánico, lo tengo guardadito en la nevera para que los calores no lo hagan desaparecer.
Y finalmente, la bomba para una amante de la música como yo, fueron unas entradas para el Festival de Cap Roig. Allí nos esperarán Tony Bennet y Lady Gaga en unos meses... Dadle al play y cerrad los ojos ¡va por vosotros!
Parece que no estoy pero estoy, gracias a aquell@s que habéis acudido a mis gritos silenciosos de socorro. Gracias, ya sabéis quiénes sois y lo que os quiero. Este post no haría falta, es materialista lo sé, pero también sé que os tranquiliza que vuelva con mis cositas y mis descubrimientos, porque entonces parece que regrese un poquito más.