Los casos de parásitos a nivel general son mucho más comunes de lo que se piensa. Sin embargo, Este es un problema que debe tratarse de manera oportuna a fin de evitar sufrir de complicaciones en la salud. En esta ocasión, te hablaremos sobre los parásitos intestinales, para que conozcas en qué consisten, y cuáles son sus principales fuentes de transmisión.
¿Qué son los parásitos intestinales?
Los parásitos, básicamente son microorganismos de tamaños diminutos, que habitan en organismos mucho más grandes a ellos. Estos, van creciendo conforme pasa el tiempo, al alimentarse de elementos que componen un organismo.
En el caso de los parásitos intestinales, tal como puede intuirse por su nombre, estos residen en el área intestinal. Los mismos se caracterizan en su mayoría por ser de color blanco, así como delgados. Además, estos pueden llegar a medir alrededor de 6 a 15 milímetros. Aunque en casos puntuales, pueden llegar a medir mucho más.
Principales parásitos intestinales
Existen numerosos parásitos intestinales que pueden ingresar a nuestro organismo a través de los alimentos, así como del agua. Entre algunos de los principales parásitos intestinales que más suelen mencionarse, se encuentran los siguientes:
Giardia lamblia
Este protozoo también conocido simplemente como ‘Giardia’, o como Giardiasis debido a la patología que ocasiona, conocida como ‘Giardiosis’. Este parásito se aloja en el área del intestino delgado. Además, el mismo no solo se encuentra presente en el organismo de los seres humanos, también lo podemos encontrar en animales, principalmente en mamíferos.
Como recién se ha mencionado, este parásito habita en el intestino delgado, siendo de manera específica el duodeno en donde se aloja. Los síntomas presentados tras sufrir Giardiosis pueden variar desde leves hasta severos, dependiendo de cada caso en particular. Encontrándose así, entre algunos de sus síntomas, los siguientes:
- Falta de apetito y poca energía.
- Dolor o molestia en el área abdominal.
- Producción excesiva de gases, tanto en el intestino así como en el estómago.
- Diarreas mucosas.
Cabe destacar, que estos síntomas en caso de llegar a manifestarse, aparecen después del periodo de incubación de los parásitos. Dicho periodo, puede tener una duración que oscila entre 7 y 21 días, dependiendo de cada caso en particular.
Oxiúridos
Otro de los principales parásitos intestinales que más suelen mencionarse, son los Oxiúridos. Estos parásitos que habitan el intestino grueso, son pertenecientes a la familia de los ‘Enterobius’. Además, también se caracterizan por ocasionar la ‘oxiurasis’ o ‘enterobiasis’, lo que provoca una picazón en el área en donde estos parásitos alojan sus huevecillos.
Cabe destacar, que existen parásitos intestinales machos así como hembras. Diferenciándose unos de otros en el caso de los Oxiúridos, por el hecho de ser la hembra quien viaja hasta la región anal de la persona infectada para alojar allí sus huevecillos. Según se ha mencionado, la hembra muere tras depositar alrededor de 1000 huevecillos en la región anal.
Tal como se ha mencionado anteriormente, los síntomas presentados por estos parásitos originan molestias, tales como picazón o dolor, cerca de la región anal o genital. Sin embargo, existen casos en donde pueden presentarse problemas para conciliar el sueño debido a las alteraciones del mismo. En casos más severos, puede verse también la pérdida de peso.
Ascaris lumbricoides
Nos encontramos con un parásito que habita en el intestino delgado, el cual se presenta con mayor frecuencia en personas de sexo masculino. Este parásito también es llamado por algunos como ‘lombriz intestinal’. Cabe destacar, que entre los animales que poseen parásitos, el cerdo hospeda uno bastante similar al áscaris lumbricoides, conocido como ‘Ascaris suum’.
En cuanto a su presencia, se cree que este puede encontrarse con mayor frecuencia en países que se encuentran en subdesarrollo. Esto se debe, a las condiciones deficientes en higiene que suelen tener muchos de estos países, especialmente en el agua.
Se conoce que tras ser ingeridos los huevos donde se alojan estos parásitos, los mismos se desarrollan en el intestino delgado. Sin embargo, durante su crecimiento, viajan hacia los pulmones y retornan hacia el intestino delgado, donde completan su ciclo de crecimiento.
También es importante agregar, que estos parásitos se caracterizan especialmente por lo rápido que pueden reproducirse. Además, pueden llegar a presentar gran resistencia ante los intentos del organismo para eliminarlos. En cuanto a su tamaño se refiere, puede variar entre 15 y 50 centímetros, siendo los parásitos hembra los más grandes.
Los síntomas que pueden producir estos parásitos en el organismo son variados. Sin embargo, entre los más comunes, se encuentran los siguientes:
- Malestar general.
- Diarrea.
- Pérdida de peso.
- Anemia y palidez.
- Síndrome de Löffler.
- Fiebre.
- Peritonitis.
- Apendicitis.
- Ictericia.
Cabe destacar, que muchas de los síntomas o afecciones mencionados anteriormente, se producen es cuando el parásito viaja desde el intestino hacia otros órganos. Esto en cuanto a la peritonitis, apendicitis, y problemas relacionados con el sistema respiratorio se refiere.
Taenia saginata
Este parásito intestinal suele verse con bastante frecuencia dentro de las vacas y los cerdos principalmente. El mismo, es el responsable de la enfermedad conocida como la ‘cisticercosis bovina’. Este parásito por lo general cuando es transmitido a la especie humana, suele encontrarse bastante desarrollado, ya que el mismo ha ido formándose dentro del animal.
Cuando es ingerido por nuestra especie, tiende a alojarse dentro de las paredes intestinales, tal como sucede con otro tipo de parásitos. Produciendo de esa manera, algunos de los síntomas que se mencionan a continuación:
- Molestias o dolor en el área abdominal.
- Malestar en el área estomacal.
- Pérdida del apetito.
- Pérdida de peso.
Cabe destacar, que en los peores casos, este parásito puede llegar a producir en nuestro organismo la cisticercosis humana. Esta, puede llegar a originar un cuadro clínico bastante severo, siendo capaz de causar algunos de los siguientes síntomas:
- Convulsiones y epilepsia.
- Daños graves a nivel muscular.
- Daños en el área de los ojos.
Taenia solium
Este, también conocido popularmente como ‘lombriz solitaria’, es un parásito perteneciente a la clase Cestoda. El mismo, debido al gran tamaño que puede llegar a poseer, puede encontrarse de manera individual dentro de los organismos. Esto es lo que hace que se le conozca como lombriz solitaria.
Asimismo, este parásito como muchos otros, suele hospedarse en las paredes intestinales. Además, es el encargado de producir enfermedades como la ‘teniasis’. Esta enfermedad, produce alteraciones en el funcionamiento común y corriente del intestino. Encontrándose así, entre algunos de sus síntomas más comunes, los siguientes:
- Diarrea.
- Mareos y nauseas.
- Dolor abdominal.
- Pérdida del apetito.
- Falta de energía y debilidad general.
- Bastante deseo por ingerir grandes cantidades de sal.
Cabe destacar, que este es uno de los parásitos que con mayor frecuencia suelen presentarse en los países de América Latina, así como en África y en China.
Amebas
Este tipo de parásito es probable que lo hayas escuchado con mayor frecuencia. Ya que, es el responsable de originar una de las enfermedades parasitarias más contagiosas en el mundo. Se trata nada más y nada menos que de la amibiasis, que suele verse con bastante frecuencia en los infantes mayormente.
Las amebas pueden introducirse en el cuerpo principalmente a través del agua contaminada. Aunque también puede encontrarse presente en diversos tipos de alimentos contaminados con este parásito. Además, encontrándose en el exterior, las amebas se encuentran protegidas en una especie de sustancia que las rodea, la cual liberan al encontrarse en el estómago.
La liberación de dicha sustancia, es la responsable de causar amibiasis. A pesar de que en la mayoría de casos las amebas se desarrollan de manera asintomática, algunas veces pueden presentar sintomatología. Encontrándose así, entre los síntomas principales que puede causar este parásito intestinal, los siguientes:
- Dolor o molestias en el área abdominal.
- Fiebre y escalofríos.
- Diarrea mucosa y con presencia de sangre.
Existen casos en donde el cuadro clínico puede llegar a ser peor debido a complicaciones producidas por este parásito. Un ejemplo de esto, son los casos pocos frecuentes en donde puede llegar a producirse amibiasis hepática.
Principales parásitos intestinales transmitidos por la carne
Tal como se ha visto, son numerosos los parásitos intestinales que pueden ser transmitidos por la carne. Encontrándose así, entre algunos de ellos los siguientes:
Taenia saginata
Tal como se ha mencionado anteriormente, este es un parásito intestinal que suele verse bastante presente dentro de los bovinos. La principal transmisión de estos parásitos ‘planos’ en los humanos, se origina a través del consumo de la carne.
Esto sucede en muchos casos en donde la carne está infectada, y la misma no es cocinada de manera adecuada. Esto hace que la misma al quedar cruda o no del todo cocida, puede transmitir este parásito en los humanos en que las ingieran. Lo peor del caso, es que en la mayoría de los casos, tras infectar, la Taenia saginata no suele presentar síntomas visibles.
Incluso, se ha conocido que debido a la no presentación de síntomas, la infección producida por esta bacteria puede llegar a prolongarse. Pasando de esa manera, la misma desapercibida incluso por años. Cabe destacar, que las personas con defensas bajas en sus organismos por infecciones o enfermedades, son más vulnerables a contraer este parásito.
Toxoplasma Gondii
Este parásito suele asociarse regularmente a los gatos, por la transmisión de toxoplasmosis a través de las heces de estos. Sin embargo, el mismo también puede encontrarse presente en las carnes crudas o mal cocinadas. Siendo sus huéspedes principales, algunos de los siguientes animales:
- Cerdo.
- Cordero.
- Otro tipo de animales salvajes.
Los síntomas presentados por este parásito, no tardan mucho en aparecer. De esta manera, los mismos pueden manifestarse en un periodo que va desde una semana, hasta un mes desde que el parásito entra en nuestro organismo. Además, el tiempo de duración de esta enfermedad es variado, siendo más agresivo en personas con un sistema inmune débil.
Trichinella spiralis
Por último, nos encontramos con un parásito intestinal bastante curioso y peligroso. El Trichinella spiralis cuenta con la particularidad de poder migrar desde el intestino, hacia otras partes del cuerpo humano. Al realizar esta acción, el mismo es capaz de llegar a formar quistes en los músculos.
La forma de contaminarse con este parásito es ingiriendo la carne de animales infectados con el mismo. Como sucede con los casos anteriores, la carne cruda, así como mal cocida, es la principal fuente de transmisión en los humanos. Estando de esa manera presente principalmente en los siguientes animales:
- Cerdos.
- Jabalís.
- Caballos.
- Zorros.
- Gatos.
- Osos.
- Lobos.
- Perros.
- Focas.
Los síntomas producidos por este parásito, pueden aparecer en un lapso de 24 a 48 horas tras ingerir la carne contaminada. Además, con el transcurrir de la semana, pueden llegar a aparecer otros síntomas. Esto originaría un empeoramiento de la salud por las enfermedades ocasionadas por este parásito.
Principales fuentes de transmisión de parásitos intestinales
La transmisión de los parásitos intestinales puede originarse a través de dos canales principalmente. El primero, como se mencionó anteriormente, es a través de las carnes crudas y mal cocinadas, en especial de los animales bovinos.
Por otro lado, también se puede llegar a transmitir estos parásitos a través del agua contaminada. Esto sucede principalmente en países en subdesarrollo en donde el agua no es tratada de una manera adecuada, siguiendo los parámetros de higiene básicos.
Es por esto, que resulta importante procurar consumir agua potable o ’filtrada’. Otra opción que también puede resultar viable, es la de hervir el agua antes de que esta sea ingerida.
¿Cómo diagnosticar una parasitosis intestinal?
La sintomatología producida por los parásitos intestinales puede resultar una alerta para detectar los mismos. Sin embargo, muchas veces estos pueden llegar a presentarse de manera asintomática. Por lo que, se recomienda acudir regularmente al médico para realizarse chequeos de rutina.
De esa manera, podrá diagnosticarse una parasitosis intestinal a tiempo en caso de que la misma se esté produciendo en nuestro organismo. Por otro lado, también se recomienda tomar las medidas de higiene básicas a fin de evitar estar expuesto a los recién mencionados parásitos.
Lavarse las manos constantemente, hervir el agua antes de ingerirla y procurar cocinar bien los alimentos, pueden ser pasos muy relevantes para protegerse de una parasitosis intestinal.