Ya casi hemos entrado en el mes de febrero y se empiezan a teñir de rojo los escaparates con la llegada de San Valentín. Aunque unas flores siempre son bien recibidas, mi propuesta para el regalo de enamorados es siempre con un vuelo de por medio. Me encanta viajar y las escapadas de fin de semana sin niños son geniales para cualquier pareja. El año pasado por San Valentín viajamos a París y siempre es un destino apetecible en cualquier época del año: París es una ciudad preciosa para caminar todo el día, con paseos románticos por la noche, y con un montón de actividades para hacer. Incluso el viaje relámpago a Eurodisney es una propuesta diferente aunque se viaje sin niños.
Todo el mundo debería de ir a Disney a vivir la magia y la ilusión que allí se respira... Eso si! Preparad la cartera!, París es una ciudad de las más caras en las que he estado nunca.
A mi este año me toca pasar ese día en casita, sin escapada... pero ya caerá...