La pasión por el skate no tiene límites y a falta de skateparks, los riders tienen claro que para deslizar el monopatín, cualquier lugar es idóneo. Sobre todo, si el sitio cuenta con el encanto o la siniestralidad (según cómo se mire) de un parque acuático abandonado.
Son numerosos los aquaparks en los que los niños ya no son los principales clientes y las piscinas únicamente se llenan con lluvias torrenciales. Además, los enormes flotadores de colores se han sustituido por las tablas de skateboard donde los patinadores recorren cada rincón del parque.
Kilian Martín conoce perfectamente lo que es patinar entre toboganes, piscinas viejas, agrietadas y palmeras secas. El madrileño de 27 años, considerado uno de los mejores skaters del mundo en freestyle skateboarding, pertenece al Powell Peralta Team. Un equipo americano compuesto por los riders más competentes del momento que patrocina su propia marca: Powell Peralta.
Aunque fue a los 21 años cuando decidió cruzar el charco y mudarse a California, Kilian se ha convertido en todo un profesional de este deporte. Sus trucos sobre el monopatín están llenos de creatividad e ingenio. Pero también de horas de trabajo y entrenamiento. A continuación, presentamos un vídeo donde el skater desliza su imaginación en un parque acuático abandonado de Bruselas:
En España también contamos con parque acuáticos que han pasado de ser proyectos llenos de ilusión (y agua) al deleite de skaters y graffiteros. En esta ocasión, se trata del parque acuático de Sitges (Barcelona): el Aquàtic Paradís. Tras casi 20 años después de cerrar sus puertas, los toboganes y las atracciones de infarto continúa en pie, retando al tiempo.
Un lugar que ha sido objeto en varias ocasiones de inversores para construir hoteles o centros comerciales. Intención a la que se niegan estos grupos de skaters que ya han bautizado el lugar con el lema: “Skateboard is not a crime” (el skateboard no es un crimen, en español).
Está claro que para los riders de este deporte, cualquier lugar es válido para practicar, disfrutar y dar rienda suelta al monopatín. Eso sí, cuando hablamos de un parque acuático abandonado, parece que es el propio escenario el que envuelve a los skaters…