El el estudio, con respecto a las mujeres, podemos leer que “las pacientes empiezan a elegir destinos para sus vacaciones menos soleados y se muestran más preocupadas por los efectos de la luz solar en su piel, la de sus parejas y sus hijos”. Además ellas son más insistentes en utilizar cremas solares y fijarse más en ir por lugares sombríos para evitar el sol.
“Aunque el pronóstico es relativamente bueno para el 80% de los pacientes, no hay que olvidar que tienen mayor riesgo de desarrollar un nuevo episodio”, puntualizan los investigadores, del Centro Médico de la Universidad de Erasmus (Rotterdam). La jefa de Dermatología del Hospital del Suereste de Madrid, comenta que “los pacientes diagnosticados con melanoma presentan de 10 a 25 veces más riesgo de manifestar un segundo tumor cutáneo que la población general”.
Todos estos estudios pone de manifiesto que los pacientes que han padecido esta enfermedad cambian en muchos aspectos, no sólo en hábitos de vida saludables, si no también en el estado de ánimo y en sus relaciones personales, ya que la enfermedad les deje muy marcados.
Del estudio también se saca la conclusión de que los hombres deberán ser más informados sobre los cuidados de la piel, ya que ellos son menos cuidadosos y menos insistentes en estos cuidados. También el estudio afirma que los propios jóvenes con antecedentes familiares de melanoma desconocen que forman parte de un grupo de riesgo, algo muy importante para la prevención, ya que los jóvenes si lo conocen y llevan a cabo medidas adecuadas contra las radiaciones solares, tendrán una menor incidencia. De todo el estudio también podemos sacar la conclusión de que tanto hombres como jóvenes están menos concienciados en los cuidados de la piel.