En ambos casos, el vino tiene un papel relevante.Para la religión cristiano-católica el vino cobra protagonismo en dos acontecimientos de la vida de Jesús, el primero cuando éste convierte el agua en vino durante las bodas de Canaá, y el segundo en la última cena en compañía de los apóstoles, compartiéndolo junto con el pan y que se han convertido en símbolo de la sangre y el cuerpo de Cristo.Por contra, la Pascua Hebrea (Pesaj), lejos de conmemorar la muerte, celebran el éxodo, la huída de Egipto hacia la "libertad".
Sin embargo, ¿hablamos del mismo vino tanto para unos como para otros?. Evidentemente no.
Para los judíos, el vino es la esencia de su religión, ya que es el protagonista principal de todas las festividades y celebraciones judías y por ello su elaboración requiere de todo un ritual, en el que en todo momento y proceso la supervisión del rabino es constante, vigilando que se cumpla con el ceremonial.
Estos vinos son conocidos como VINO KOSHER.
Vino Kosher
La variedad de uva que se utiliza, puede variar en función de la zona o territorio donde existan bodegas que cedan sus instalaciones para su elaboración.Por contra, para la celebración de ceremonias religiosas cristiano-católicas, se utiliza el llamado VINO DE MISA, un vino mistela, muy dulce y elaborado con un tipo de uva rica en azúcares, como la garnacha.
Vino de Misa
El proceso de elaboración es lento, ya que debe alcanzar el punto óptimo de azúcar para añadirle el alcohol. De esta forma se paraliza el proceso de fermentación quedando un vino con una cantidad de azúcar residual, lo que lo hace semidulce (no es tan dulce como una Mistela), con un color dorado brillante, y con un rico sabor a uva fresca, definitivamente un vino muy agradable para la boca sagrada de sacerdotes.En definitiva, el vino en las religiones es elemento importante, identificador de un pueblo y de una cultura.
A disfrutar la Semana Santa !!