Paseo de la Castellana y alrededores: Después del Hipódromo

Por Enrique23

Después del Hipódromo

Vemos aquí una fotografía del año 1940 que nos muestra un tramo del Paseo de la Castellana, el comprendido más o menos, entre las calles María de Molina, por el sur, y Joaquín Costa, por el norte. Por el oeste el límite sería la calle de Modesto Lafuente y al este la calle de Serrano. En este pequeño espacio, en este momento del tiempo, podemos ver inmortalizados ciertos lugares de interés apenas cambiados. La imagen sugiere no sólo lo que se ve, sino también aquellas construcciones que estuvieron antes y que fueron sustituidas por lo que ahora conocemos, pués la zona ha experimentado algunos cambios. De manera que se hace obligatorio comparar el antes y el después por medio de las fotografías. Tomamos para ello como imagen actual las fotografías aéreas que nos brinda Google Maps y las compararemos con otras fotos antiguas.

Paseo de la Castellana a la altuta de los Nuevos Ministerios.

(Uploaded on  July 26, 2008 by Enrique F. Rojo)

Lo más destacable es la ausencia del Hipódromo, ocupado por los Nuevos Ministerios, y la prolongación del Paseo de la Castellana que antes finalizaba en el espacio deportivo. Junto al conjunto ministerial se habrían de construir nuevos edificios de viviendas y a lo largo de la Castellana se desarrollaría una extensa zona comercial y de negocios que llegaría hasta la Plaza de Castilla.

Prolongación de la Castellana

En el nuevo espacio de la prolongación de la Castellana todas las fincas y terrenos que se encontraban más allá del Hipódromo fueron enajenadas para llevar a cabo los proyectos urbanístico-especulativos que darían una nueva fisonomía a esta representativa arteria. Desde el primer proyecto del ingeniero Juan Núñez Granés, que ya contemplaba en 1916 la eliminación del hipódromo y la corrección del trazado del Paseo para su reorientación sur-norte, la voluntad de intervención administrativa para la prolongación  fue siempre una constante. En 1929  el Ayuntamiento de Madrid convocó un concurso internacional de Ordenación de la ciudad que ganó la “extraña pareja” compuesta por Secundino Zuazo y el alemán Herman Jansen. Más adelante, ya en la II República, en 1932, Indalecio Prieto creó el Gabinete Técnico de Accesos y Extrarradio, que habría de encargarse de desarrollar el Plan Zuazo-Jansen. Un año después se aprobó el proyecto de prolongación de la Castellana y la construcción de los Nuevos Ministerios,  cuyo inicio se vió interrumpido por la  irrupción de la Guerra Civil que paralizó cualquier tipo de trabajo y la prolongación quedó suspendida de ejecución en su primera fase.

Paseo de la Castellana en el cruce con Raimundo Fernández Villaverde, en 1960. El solar que aparece en el centro de la imagen en la actualidad está ocupado por la estación de Nuevos Ministerios, un aparcamiento, edificios de oficinas y locales comerciales y “El Corte Inglés” de la Castellana. Junto a éste se ve el colegio de religiosas del Patrocinio de San José, ocupado actualmente por edificios de oficinas. En ese lugar estuvo la “Torre Windsor“, que ahora está siendo sustituida por otro edificio trás su demolición por incendio.

Trás la guerra, se creó la Oficina Técnica de la Junta de Reconstrucción de Madrid, dependiente de la Dirección General de Regiones Devastadas, dirigida por Pedro Bidagor, que en 1941 y siguiendo las directrices del suspendido Plan Zuazo-Jansen, elaboró un Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, que a pesar de no llevarse a cabo, impulsó de nuevo los proyectos inacabados. La Comisaria General de Ordenación Urbana retomaría las actuaciones en 1947. El nuevo Paseo se inauguró en 1952 con el nombre de Avenida del Generalisimo y con final en la Plaza de Castilla.

Proyecto de prolongación del Paseo de la Castellana publicado en 1929 por el Ayuntamiento de Madrid en su memoria “Información sobre la ciudad”.

Los Nuevos Ministerios y alrededores

El edificio que figura con el número 1 en la imagen aérea de Google es el antiguo Palacio Nacional de las Artes y las Industrias, de Fernando de la Torriente y Emilio Boix Merino, construido entre los años 1881 y 1887. Actualmente es sede del Museo de Ciencias Naturales y de la Escuela Técnica de Ingenieros Industriales.

Palacio de las Artes y la Industria (1881-1886), en la actualidad Museo de Ciancias Naturales y E. S. I. Agrónomos.

“Al carecer Madrid de un edificio adecuado para la celebración de exposiciones, se aprovechó la Exposición Nacional de la Industria y de las Artes (1881) para convocar un concurso público en vistas a construir un gran palacio que en el futuro albergara dichos eventos, y que se situaría en el extremo norte del Paseo de la Castellana, sobre un terreno elevado conocido como los Altos del Hipódromo.

El concurso fue ganado por el arquitecto Fernando de la Torriente, quien presentó un original proyecto basado en un edificio compuesto por un cuerpo central transversal -con cúpula sobre tambor de ocho gajos- flanqueado por dos cuerpos de planta cuadrangular estructurados entorno a sendos patios. En su construcción se utilizó hierro y vidrio a gran escala, haciendo de este palacio uno de los pioneros de su género”.

Las obras empezaron en 1881 y fueron concluidas en 1887 por el arquitecto Emilio Boix quien se hizo cargo del proyecto al fallecer de la Torriente. Con la llegada del siglo XX el edificio se utilizó como sede del Museo de Ciencias Naturales, y como Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales. (MADRID HISTÓRICO)

2. Esquema de los Nuevos edificios públicos en los terrenos del Hipódromo (Zuazo Ugalde, Secundino, 1933)

El número 2 corresponde a los Nuevos Ministerios. Esta construcción es el resultado del proyecto Zuazo-Jansen, presentado en 1929 en el “Concurso Internacional de Ordenación de Madrid” y de del “Proyecto de prolongación de la Castellana“, de 1930, junto con el de “Enlaces y accesos a la Capital“, de 1931. Todas las ideas planteadas en estos proyectos por Secundino Zuazo se ven más o menos realizados en la ejecución de los “Nuevos Ministerios“, que ocuparían los terrenos del antiguo Hipódromo, extendiendo hacia el norte el eje de la Castellana.

La Guerra Civil truncaría el desarrollo de las obras. El arquitecto Zuazo después de salir de Madrid para evitar represalias, sería depurado por el nuevo régimen y el proyecto lo acabaría un equipo de técnicos adscritos a la nueva ideología, que variarían las líneas originales.

2. Imágenes de los Nuevos Ministerios en 1949, en los terrenos que ocupara el Hipódromo de la Castellana y un boceto de los años 30 de mano de Secundino Zuazo. Bajo la galería porticada de los Nuevos Ministerios se desarrolla una estación subteránea de metro y ferrocarril, cuyo diseño se debe al ingeniero Eduardo Torroja que proyectó las gigantéscas bóvedas que la componen.

3. Escuela de Sordos, Mudos y Ciegos, proyectado por Velázquez Bosco en 1894.

El edificio marcado con el número 3 en la vista actual de Google corresponde al CESEDEN, cuyo origen data de 1883, cuyos cimientos comenzados a construir para la Institución Libre de Enseñanza fueron interrumpidos y reanudados por Velázquez Bosco para una Escuela de Sordos, Mudos y Ciegos. Este último proyecto de 1894 finalizo después de diversos contratiempos legales en 1898. Trás la Guerra Civil se destinó para Escuela Superior del Ejército, perteneciendo en la actualidad al Ministerio de Defensa.

En esta fotografía aérea de 1950 se pueden apreciar algunos de los edificios reseñados en el texto.

El número 4 es la Residencia de Estudiantes, actual Residencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)y sala de exposiciones. Proyecto de los arquitectos Antonio Flórez Urdapilleta, en los primeros pabellones 1,2 y 3, y de Francisco Javier de Luque, en el pabellón 4, el último construido, entre 1913-1915
Los pabellones, tres de ellos dedicados a residencia, tienen capacidad para alojar 100 estudiantes, desarrollando una arquitectura que consigue sacar, a pesar de los pobres elementos empleados para su construcción (ladrillo cocido) el mejor y más bello resultado. Fue una arquitectura de la que se hizo desaparecer todos los rasgos historicistas, consiguiendo un total racionalismo funcional y constructivo.
Después de la guerra, en 1940 el nuevo régimen no da solución de continuidad a las orientaciones ideológicas, pedagógicas y arquitectónicas de este conjunto, remodelando según otros criterios. Se construye la iglesia del Espíritu Santo sobre las ruinas del antiguo auditorio, destruido en la guerra civil. Se construye también el Archivo Histórico Nacional, obra de Martínez Chumillas; el edificio de Laboratorio de Geología y el Instituto de Optica, obra de Miguel Fisac; posteriormente se amplía el conjunto del C.S.I.C. con el edificio Torres Quevedo y el Patronato Juan de la Cierva, proyectos ambos de Fernández Vallespín. La tradición racionalista de la primera época queda así rota con estas nuevas edificaciones.

4. La Residencia de Estudiantes, en los Altos del Hipódromo, en los años 30 del siglo XX.

4. Pabellón “Transatlántico” de la Residencia de Estudiantes (1914), en los Altos del Hipódromo.

Marcado con el número 5, los edificios de Bachillerato del Instituto Escuela, de 1930-1933 (actual Instituto Ramiro de Maeztu), de los arquitectos Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban. Y el Pabellón de Párvulos del Instituto Escuela de 1933-1935, proyectado por los arquitectos Carlos Arniches Moltó, Martín Domínguez Esteban y el ingeniero Eduardo Torroja.

5. El edificio se eleva sobre pilotes, como proponía Le Corbusier, pero no en razón de la moda sino con un sentido práctico: para dar clases en verano y/o estar bajo techo en los recreos durante los días de frío y lluvia.

El edificio de Bachillerato (actual Instituto Ramiro de Maeztu) es de aspecto moderno y fue concebido de forma simétrica , dando sentido a una plaza de acceso a la que da frente y ordena con su presencia, y que se configura también con la ayuda de una escalinata que conecta con la meseta superior. La distribución de la planta está bien resuelta con la separación de la zona docente de la de los servicios de apoyo: sala de reuniones, biblioteca, comedor, etc.
La fachada principal es de corte clasicista, sugiriendo el pórtico de columnas que impone el recurso estético enmarcando unos huecos rectangulares en las dos alas laterales con arcos de medio punto. Las otras dos fachadas son de un notable esquematismo, que se corresponden con el uso del edificio. Por ejemplo, la fachada de oriente, que se corresponde con una zona de aulas, está totalmente desprovista de elementos decorativos. Dos franjas de ventanales recorren la fachada, pero sin dar la sensación de la ventana corrida racionalista, por el ritmo de machones de la estructura a haces con la fachada.

5. Aula de estudio en el Pabellón de Primaria. La foto es del año 1936.

El edificio del colegio de primaria tiene una ordenación en planta que responde a unas exigencias de adaptación urbana y a los condicionantes pedagógicos de los promotores basados en un higienismo que proponía el contacto directo de los niños con la naturaleza, donde pudieran jugar e incluso plantar flores. Con estos principios, el pabellón de párvulos se resolvió por medio de la agrupación en línea de seis aulas que se abren, con una gran puerta vidriera de cinco metros de longitud, hacia un huerto o jardín –en la actualidad desaparecido- , independiente para cada una, consiguiendo así la integración del aula con la naturaleza. Entre cada dos jardines se sitúan unas marquesinas de hormigón –diseñadas por Eduardo Torroja- con bancos corridos para el descanso a la sombra. La estructura es de hormigón y el cerramiento de ladrillo visto.
Actualmente, dentro del conjunto de reformas que se han efectuado en el edificio, el ajardinamiento se ha eliminado, permaneciendo sólo los árboles que, para cada aula es de una especie distinta –madroño, olivo, encina, etc-. El área de tierra se ha cubierto de hormigón prensado y se ha dispuesto un arenero para cada dos aulas para que jueguen los niños. Los ventanales se han modificado y se han mantenido las marquesinas del patio, que siguen cumpliendo con su función original.

6. Vista aérea desde los altos del Hipódromo. A la izquierda el Palacio de las Artes y la Industria y algo más adelante, el hipódromo. La Colonia “Parque Residencia”, recién construida, se puede ver en frente de la pista, recién construidas las viviendas, en 1932.

El número 6 es la Colonia “Parque Residencia”, proyectada por Rafael Bergamín y por Luís Blanco Soler, entre 1931-1934. Está delimitada por las calles Paseo de la Castellana, Joaquín Costa , Vitruvio, Carbonero y Sol, Jorge Manrique y Belalcázar. Al amparo de la Ley de casas baratas, los arquitectos Rafael Bergamín y Luís Blanco Soler y el ingeniero Javier Gómez de la Serna, crearon la Cooperativa de casas económicas Residencia en los Altos del Hipódromo, propiedad de Gregorio Iturbe. Los inquilinos, de profesiones liberales estaban abiertos al nuevo lenguaje del racionalismo y requerían casas unifamiliares con el máximo confort. Las limitaciones de altura y el área construida daban a la zona cierto aire rural dentro de la ciudad. El referente arquitectónico inmediato se encuentra en la vanguardia centreuropea, especialmente holandesa. La apariencia exterior destaca por la ausencia de adornos innecesarios, otorgándosele preferencia a los aspectos prácticos en el interior y a las instalaciones. Entre los moradores de la colonia estaban el arquitecto Fernando García Mercadal , Fernando Salvador y el propio Rafael Bergamín.

6. Colonia “Parque Residencia” en 1933. En estas fechas el Hipódromo ya se había desmantelado. Si se observa la fotografía. aún se adivina el perímetro del recinto deportivo.

6. Colonia “Parque Residencia”. El barrio lo constituyen viviendas aisladas y agrupaciones de dos y hasta de siete casas. Todas ellas son de dos o tres plantas y tienen su propia parcela ajardinada creando una pequeña “ciudad jardín” inmersa en el tejido urbano de Madrid y tangente a uno de sus ejes principales, el Paseo de Castellana.

Vista aérea de la zona (Google Maps)

Las características innovadoras de la propuesta así como la situación privilegiada de la barriada, contribuyeron a que esta colonia no sólo fuera proyectada por arquitectos sino elegida por ellos como lugar de residencia, junto con otros profesionales e intelectuales relevantes del momento. Además de los propios autores del proyecto, allí vivieron, entre otros, Fernando García Mercadal, Fernando Salvador, Esteban de la Mora, Javier Gómez de la Serna (hermano de Ramón) y Fernando Cánovas del Castillo.Las casas se construyeron aisladas o agrupadas en hileras, cada una con tres plantas: en el semisótano servicios; en planta baja vestíbulo, comedor y sala de estar; en segunda planta dormitorios y baños.

Los Nuevos Ministerios y el Paseo de la Castellana, en 1950. Abajo, a la izquierda de la foto y justo en frente de los Nuevos Ministerios, la Colonia “Parque Residencia”.

Plano de Madrid, 1929.

Referencias.-

Sambricio, Carlos
Herman Jansen y el concurso de Madrid de 1929 (UPM, 1995)

Azorín, F. y Gea, I.
La Castellana, escenario de poder
Ed. La Librería
Madrid, 1990

VV.AA.
Arquitectura de Madrid: Ensanches
Fundación COAM
Madrid, 2003