Joseph Albers Busqué el arte y la abstracción de la naturaleza soñando ante la presencia de la misma..."
Paul Gauguin
La primera vez que vi la obra del pintor valenciano Pasqual Gomes (Canet de Berenguer, 1958) fue en la desaparecida galería Espai Blanc, situada en el barrio gótico de Barcelona, en 1997.
Cinco años más tarde volvió a exponer en la ciudad, en esta ocasión en la galería Matisse. Fue en esta exposición donde tuve la oportunidad de entrevistarlo para la radio y así conocerlo personalmente, lo que me permitió aproximarme más a su obra. Una obra que casi en sus inicios ya se interesó por la abstracción, donde el color se manifestaba en toda su magnitud.
Pasqual Gomes se licenció en Bellas Artes en la Universidad Politécnica de Valencia. Ha realizado diversos cursos de grabado y serigrafía. Su primera exposición tuvo lugar en la galería El Campanar de Castelló en 1984. Su obra es muy conocida en Valencia y Castelló de la Plana, donde ha mostrado su trabajo en diversas ocasiones, aunque también en Barcelona y Portugal.
Ha obtenido varios premios en concursos de pintura a nivel nacional, entre ellos el de Pintura de Centelles (Barcelona) de 2002, el CAM de Burjassot (Valencia) y el de Pintura de Orpesa (Castelló de la Plana).
Mosaicos de colores
Su obra es muy singular y fácilmente identificable, ya que la aparición de elementos cuadriculares en forma de mosaico y con diversidad de colores configuran una composición que aúna ritmo y movimiento. Precisamente el crítico de arte Josep M. Cadena, en su columna de El Periódico de Barcelona, señalaba que su pintura era meditada "pero sentida desde los inicios a la culminación de cada cuadro".
Los cuadrados o rectángulos que aparecen en sus composiciones, tanto si es a través de aplicar el collage o la técnica mixta, no suelen ser homogéneos, lo que provoca la sensación de movimiento, como si se desplazaran ligeramente. Otro aspecto importante en su trabajo es la luz. Una luz plenamente mediterránea. Si buscáramos algunos referentes a nivel pictórico serian los de Paul Klee y los neoplasticistas.
El año pasado Pasqual Gomes realizó una doble exposición en Valencia, en el Instituto Francés y la galería ONEstudio, de la que en el catálogo el catedrático de Estética y Teoría de Arte de la Universidad de Valencia Romà de la Calle asociaba su trabajo con el paisaje, los viajes, la poesía y la reinterpretación. Por ello su obra está plena de "registros visuales que, como en una perpetua obligación heredada de la historia, se esfuerza, siempre para compartir con los otros, introduciéndolos de algún modo, en el contexto de sus emblemáticos cuadros".
Viaje a la memoria en la galería Ronda de Barcelona
La actual exposición del artista en la galería Ronda de Barcelona muestra sus recientes trabajos, aunque algunos de ellos ya se habían podido contemplar en el Instituto Francés y ONEstudio, en que no sólo aparecen sus habituales mosaicos, sino que también surgen unos rectángulos de grandes dimensiones que ocupan todo el cuadro con diferentes tonalidades, principalmente las primarias, aunque algunas de ellas son monocromas.
Todas las obras llevan como título ciudades del sur de Francia caso de Montpellier, Perpignan, Sête, Canet del Rosselló y Narbona, ya que como señala el título de la exposición Viaje a la memoria, se basan en un viaje que realizó por las regiones del Llenguadoc y el Rosselló francés. De cada uno de estos lugares recogía arena y papeles, fotografiando todo lo que le llamaba la atención, como por ejemplo las ventanas, las persianas, las paredes..., para luego transportarlas pictóricamente a la tela, la madera o el papel. La pintura acrílica junto con la arena a modo de collage produce una sensación de rugosidad, pero sin llegar a ser tridimensional lo que implicaría un exceso de materia.
No sólo se exhiben composiciones geométricas relacionadas con estos elementos arquitectónicos sino también aparecen los clásicos azulejos. Por ello, según el propio artista, la causa por la que decidió escoger este viaje era una "cuestión de memoria", ya que se trata de un área con un gran contenido histórico, como la de ser la tierra del rey Jaime I; el lugar de exilio después de la Guerra Civil, la emigración debida a la posguerra y también por ser la zona en que se fabricaban de modo artesanal los pavimentos hidráulicos.
En conjunto la obra de Pasqual Gomes sigue una trayectoria muy lineal, principalmente a nivel técnico, aunque su fidelidad por la abstracción es bien obvia, lo que confirma una manera de trabajar que podríamos aseverar como metódica y reflexiva, siempre a la búsqueda del pasado. Sus pinturas evocan recuerdos de su infancia y a la vez están llenos de poesía. Una poesía plasmada a través del color, la luz y la forma, o lo que es lo mismo, un compendio de creatividad.