Hoy os traigo un tutorial para preparar la pasta fresca casera sin dificultades ni complicaciones, un paso a paso sencillo y claro, que seguro que os va a venir de maravilla si os queréis adentrar en el mundo de la pasta casera. Partimos de la harina y el amasado hasta el secado y la cocción.
Nunca olvidaré la primera vez que hice pasta fresca sin conocimiento previo de nada y casi sin saber cocinar, esos ravioli casi acaban con mis nervios y consiguieron apartarme del maravilloso mundo de la pasta casera hasta el día de hoy, que se ha convertido casi en un vicio. Os dejo un post que seguro que espero que os ayude, ojalá me hubiera llegado a mi en ese primer momento, habría preparado kilos y kilos de pasta, así que toca aprovechar el tiempo perdido y ponerse a amasar!!
LOS INGREDIENTES:
Los ingredientes y las cantidades son de lo más sencillo, tomaremos 1 huevo por cada 100 gr. de harina. Harina usaremos sémola de trigo duro, a poder ser rimancinata, que es la ideal, yo se la compro a mi panadero de confianza, investigando un poco seguro que la encontráis. Este tipo de harina es la más indicada, no solo de da color y la textura, sino ese sabor característico.
Podemos añadir una pizca de sal, pero solo en caso de usar salsas suaves y no muy saladas, ya que la pasta, al mezclarla con la salsa, se impregna de esta. Por este motivo, evitaremos el uso de aceite, tanto en los ingredientes de la masa, como en la cocción, ya que este crearía una película en esta, dejando que la salsa no penetre bien y aporte todo su sabor a la pasta.
Podemos hacer diferentes combinaciones:
100 gr. harina de sémola de trigo duro.
1 Huevo
70 gr. de harina de sémola de trigo duro.
30 gr. de harina de trigo.
1 Huevo.
50 gr. harina de sémola de trigo duro
50 gr. de harina de trigo.
1 Huevo.
Lo mejor es ir probando hasta dar con la cantidad y medidas que le gustan a uno, yo personalmente me quedo con la de 100 gr. de sémola de trigo duro.
En cuanto al huevo, podemos sustituirlo por 2 yemas o por 65 gr. de agua, en caso de querer una pasta casera sin huevo.
EL AMASADO:
Sobre la superficie de trabajo colocamos la harina, hacemos un hueco en el centro y ponemos el huevo. Con ayuda de un tenedor, comenzamos a mezclar. Seguimos amasando con las manos hasta obtener una mezcla homogénea, de primeras nos puede parecer algo dura y poco flexible, esto se solucionará cuando la masa repose. Envolvemos en papel film y dejamos unos 30 o 40 min. en un lugar seco. Pasado este tiempo, ya tenemos nuestra masa preparada.
ESTIRADO A MÁQUINA:
Os voy a ser sincero, el estirado con rodillo es bastante pesado y la causa de que tardara más de 5 años en animarme a preparar pasta casera, así que si os gusta la pasta, os recomiendo que os hagáis con una buena máquina de pasta, insisto en buena, son un poquito (no mucho) más caras, pero cortan y estiran mucho mejor, así que no os lancéis a las ofertas de grandes superficies, en mi caso, no han funcionado bien. La máquina IMPERIA es una de las más populares y vendidas en Italia, es una muy buena opción, la encontráis en Claudia y Julia y ahora en rebajas.
Tomamos una porción de la masa (dejamos el resto en papel film) la aplanamos un poco con el rodillo y comenzamos a pasarla por la máquina en la apertura máxima. La pasamos varias veces, doblando la masa por la mitad cada vez. Si vemos que se nos pega, espolvoreamos un poco de harina por encima y seguiremos con el proceso.
Bajamos la apertura de la máquina y volvemos a pasar varias veces, doblando la masa cada vez.
Bajamos la apertura un número más. Ya no hace falta doblarla, pero si pasarla varias veces, la masa se irá alargando, si vemos que en exceso, la podemos cortar por la mitad y estirar en dos veces, aunque si podemos, la dejaremos de una.
Seguiremos bajando la apertura y estirando. hasta llegar a la posición 2, este en principio, es un tamaño adecuado para nuestra pasta, si la queremos más fina, bajaremos al 1, o dejaremos en el tres en caso de quererla más gruesa.
Ya tenemos nuestra masa estirada. durante este proceso, la masa se ha terminado de amasar conforme ha ido pasando por la máquina, quedando un poco elástica y compactada.
AMASADO A MANO
Este proceso es más pesado, espolvoreamos harina por la superficie de trabajo, tomamos una porción de la masa y comenzamos a estirar con un rodillo hasta dar con el grosor adecuado. Intentaremos dar forma alargada, para después cortarla como más nos guste.
CORTADO DE LA PASTA
Podemos cortar la pasta con la máquina, que tiene dos opciones y multitud de accesorios (que algún día completaré) y pasamos la masa igual que hicimos antes, obteniendo como resultado la pasta con el corte elegido.
Si queremos placas para lasaña, tomaremos la medida de nuestra bandeja de horno y con un cuchillo, la cortamos, obteniendo con ello las placas del tamaño correcto a nuestros utensilios.
También podemos enharinar un poco la tira de pasta, enrollarla y cortarla con un cuchillo, pero esto irá en otra entrada, al igual que los ravioli y la pasta rellena, que tampoco me quiero extender mucho. y la finalidad de este post es obtener una masa básica perfecta y los cortes sencillos que podemos hacer con ella.
EL SECADO
Enharinamos un poco la pasta que hemos preparado. Para las placas de lasaña podemos extenderlas sobre paños de cocina y los spaghetti, tallarines, tagliatelle, los extenderemos sobre perchas o superficies que nos lo permitan, yo no me he podido resistir a hacerme con un SECADOR DE PASTA no sólo es práctico, sino que es preciso y da a la cocina un toque encantador de cocina tradicional.
Secaremos la pasta durante unos 20 minutos. La podemos conservar si la guardamos en la nevera en un tupper durante un par de días, pero no es aconsejable guardarla más, ya que contiene huevo y este se puede estropear. Si preparamos en cantidad, la podemos congelar sin problema, siempre que la guardemos cerrada herméticamente,
LA COCCIÓN
Coceremos la pasta en una olla con abundante agua hirviendo con sal, yo la sal siempre la pongo a ojo, como una cucharada de café por dos litros de agua. Las placas de lasaña las podéis cocer una a una en una sartén onda, así os serán más fáciles de controlar.
Creo que poco más que contar, espero que este primer post y al que recurriré en un montón de recetas os sea de ayuda para descubrir el fantástico mundo de la pasta casera con recetas de pastas de sabores, rellenas, lasañas..