Uno de los requisitos - aparte de no llegar tarde que yo llego por los pelos - era preparar una de las recetas de su blog y yo, como me suele gustar más lo salado, estaba enamorada de esta desde que la vi. Me encanta la morcilla, tenía los ingredientes en casa así que ¡manos a la obra! En la receta original Chus utiliza morcilla de Burgos pero a mi, personalmente, no me gusta. Prefiero la de cebolla así que, como me quedaban dos en el congelador de la última vez que fui a España, las he utilizado con todo el gusto.
Es una auténtica delicia, muy sencilla de hacer y con una combinación de sabores impresionante. ¡Gracias Chus por compartirla! Y, sobre todo, ¡muchísimas felicidades por esos cinco añazos! Espero que te guste mi versión...
Ingredientes: 2 morcillas (unos 200 g); 1 manzana; 3 pimientos asados (de bote); sal; pimienta; 100 g queso parmesano rallado; pasta filo.
Preparación: Quitar la piel de las morcillas y desmenuzarlas en un bol con ayuda de un tenedor. Cortar los pimientos asados (yo he utilizado los que vienen en conserva porque aquí no se encuentran piquillos) en trocitos y añadir a la morcilla. Añadir el queso rallado.
Pelar las manzanas y cortar en trocitos. Cocinar en el microondas a 700 W durante 5 minutos. Añadir al bol y mezclar todos los ingredientes muy bien. Reservar.
Hidratar las hojas de pasta filo con mantequilla derretida. En un molde redondo colocar 4 hojas de pasta cubriendo el fondo y paredes y dejando lo que sobra por fuera. Rellenar con la mezcla de morcilla cubriendo todo el fondo. Plegar las hojas de pasta por encima. Añadir otras 3 hojas por encima doblando los bordes hacia dentro del molde.
Cocinar en el horno, precalentado a 180 ºC, hasta que la masa esté dorada. Desmoldar y servir caliente.
Con esta receta participo en el Sorteo del 5º Aniversario de Para estar por casa, patrocinado por Lékúe. ¡A ver si hay suerte!