Pastel de níscalos y harina de castaña

Por Raulenlaplaya @Raulenlaplaya

Comenzamos la semana con un delicioso pastel salado, de un intenso sabor francés y que en sus ingredientes esconde la esencia del otoño, con ese color marrón, el aroma especiado, con sabor a castañas y la textura que aportan las setas, sin duda un bocado realmente delicioso. Es muy fácil de preparar y es una opción estupenda para una comida especial o para disfrutar de un capricho en la mesa, sin duda su aroma embriaga y su suculento sabor incita a repetir. Vamos con la receta.
INGREDIENTES
Para la masa de harina de castaña:
125 gr. de harina de trigo.
100 gr. de harina de castaña.
130 gr. de mantequilla.
1 Cucharada de azúcar glas.
1 Cucharadita de sal.
6 Cucharadas de agua fría.
Para el relleno:
5 o 6 Níscalos.
1 Cebolla dulce.
2 Dientes de ajo.
1 Cucharada de aceite de oliva.
1 Cucharada de mantequilla.
50 gr. de queso gruyere.
3 huevos.
100 ml de nata fresca.
Perejil y tomillo.
Sal y pimienta.

  1. Comenzamos preparando la masa, para ello, mezclamos las harinas con la sal y el azúcar glas. Añadimos la mantequilla y mezclamos con las manos hasta conseguir una textura de migas. Añadimos las cucharadas de agua y mezclamos hasta que los ingredientes se unan, no hay que amasar mucho. Envolvemos en papel film y dejamos enfriar una media hora en la nevera.
  2. Precalentamos el horno a 180ºC. Limpiamos bien los níscalos con un paño un poco humedecido y los troceamos grosamente. Pelamos y picamos pequeña la cebolla y los ajos. Ponemos una sartén al fuego con la mantequilla y el aceite. Cuando esté caliente, sofreímos la cebolla y el ajo hasta que comiencen a dorarse. Añadimos los níscalos, las hierbas, salpimentamos y removemos bien, seguimos friendo a fuego lento unos 10 min o hasta que los níscalos queden bien cocinados. Retiramos el fuego y dejamos enfriar. En un cuenco grande batimos los huevos con la nata fresca y el queso gruyere rallado.
  3. Con ayuda de un rodillo extendemos la masa aplicando la forma del molde que vamos a utilizar. Forramos el molde con la masa y cortamos los bordes sobrantes. Extendemos los níscalos por la superficie del pastel, cubrimos con la mezcla de huevo batido. Horneamos unos 40 min o hasta que veamos que comienza a dorarse y el huevo a cuajado. Servimos con tomillo y romero por encima.

Un pastel que os recomiendo muchísimo, creo que es el mejor pastel salado que he preparado hasta ahora, y la verdad es que llevo ya unos cuantos, así que no dudéis en guardar la receta y ponerla en práctica, seguro que os va a encantar y vais a repetir seguro. Hay que aprovechar esta época del año para disfrutar este tipo de recetas, que las setas se encuentran en plena temporada y es cuando más sabor van a aportar a nuestros platos.

Para limpiar los níscalos, lo mejor es hacerlo en seco, para ello, mojaremos un poco un paño y retiraremos  por encima con él los restos de tierra que puedan contener. Para la parte baja, golpearemos el borde suavemente para que caiga alguna posible impureza. Por último cortaremos el tallo. Ya los tendremos listos para preparar.

Si os cuesta encontrar la harina de castaña,  mirad en herbolarios o en tiendas ecológicas de vuestras ciudades, seguro que vais a dar con ella fácilmente en este tipo de establecimientos. En breve os pondré alguna otra receta con esta harina, así que la que sobre no se os va a quedar dando vueltas por la despensa.
El pastel se podría preparar solo con harina de trigo o una masa comercial, pero perdería gran parte de su sabor, sería una pena no tomarlo en su totalidad. Espero que os guste la receta y la acompañéis de un buen vino tinto, seguro que lo vais a disfrutar muchísimo.

Receta adaptada de la revista Savours.