Si hay algo a lo que no me puedo resistir es a un pastel de tomates cherry, los que le leéis sabéis que tengo unos cuantos publicados ya (y los que quedan). Cuando vi estos tan bonitos en la frutería no lo dudé ni un solo momento, tenían que acabar en un pastel. Un pastel de verduras, suave, con un toque cremoso que le aporta el queso feta y que resulta ideal para compartir en una comida con amigos, seguro que nadie se queda sin comerse un buen trozo.
Para la masa:
250 gr. de harina.120 gr. de mantequilla.60 gr. de agua fría.1 Cucharadita de sal.
Para el relleno.
3 Huevos.200 ml de leche60 ml de nata para cocinar150 gr. de queso feta.Dos manojos de tomates cherry.Sal y pimienta.Mezcla de especias al gusto (tomillo, romero..)
1- Precalentamos el horno a 180ºC. En un cuenco grande mezclamos la harina con la mantequilla hasta conseguir una textura similar a las migas. Añadimos la sal, el agua y seguimos mezclando. Sin amasar demasiado, extendemos la masa dando una forma similar al molde que vamos a utilizar. Extendemos la masa sobre este, pinchamos el fondo con ayuda de un tenedor para evitar que salgan burbujas. Colocamos encima un poco de papel de hornear, algunas legumbres que hagan peso y horneamos unos 20 min. Retiramos del horno, sacamos las legumbres y horneamos 15 min. más, que quede casi hecho.2- Batimos los huevos con la nata y la leche. Añadimos las especias, la sal y la pimienta al gusto. Chafamos el queso feta con ayuda de un tenedor.3- Sacamos el horno el molde con la masa, extendemos sobre la base del pastel el queso feta, encima los huevos batidos y sobre estos colocamos los tomates a nuestro gusto. Horneamos unos 20 min o hasta que comience a dorarse. Dejamos enfriar sobre una rejilla con cuidado de no romperlo y servimos.
Si andamos mal de tiempo podemos comprar la masa quebrada ya hecha. También podemos congelar el molde con la masa estirada sobre él e introducirlo en el horno directamente en el momento de hornear o congelarlo medio horneado. El pastel lo podemos tomar en frío sin que pierda nada de su sabor, con lo que resulta ideal prepararlo con antelación, estupendo para llevar a una comida o en un tupper para almorzar en el trabajo. He utilizado para realizarlo un molde que tenía muchísimas ganas de tener, del catalogo de Pujadas.