Yendo y viniendo por mi barrio, y sin tiempo a pararme, llevaba días, es más, incluso semanas, deseando entrar en este templo del dulce casero, de las tartas de muñecas y del amor al “savoir-faire” azucarado, situado en la cosmopolita y tan de moda calle Parlament.
Por fin, una soleada mañana me adentro en el mundo de Zuckerhaus o lo que es lo mismo, casa de azúcar en alemán. Bajo un cartel gigante que anuncia una peluquería retro, el único cabello que esconde es el de ángel, y el de su propietaria y artista repostera, Manuela. Sonriente, simpática y amabilísima me atiende y me abre sus puertas que conducen a una cálida, naïf y con muy buen gusto estancia rodeada de pastelitos y tartas de ensueño, digna de rodar una segunda versión de la tan archiconocida y entrañable película francesa, Amélie.
Tanto encargos especiales como llevarte porciones o una de sus exquisitas piezas delicatessen, serán dos de las acciones que allí podrás realizar, además de contemplar el susodicho lugar lleno de detalles tales como corazones, banderines, señores de jengibre, teteras, casitas a lo Hansel & Gretel, manteles de cuadros vichy y lunares por doquier entre otras muchas maravillas.
Como ya os imaginaréis, no pude resistirme a tal glucosa-poesía, que salí con mi dosis correspondiente para poder saborearla tranquilamente bajo el sol barcelonés.
Corazones de arándanos y una ración de pastel de zanahoria y canela fueron mi deliciosa elección, con un precio más que razonable y un paladar que ni qué decir tiene, deja atrás en la carrera gastronómica, a todo dulce envasado e industrial que suelen dominar las estanterías de nuestros lugares habituales de compra.
Por lo que una vez más, no dejéis de visitar esta preciosa pastelería, llamada Zuckerhaus y a su experta y soñadora dueña en:C/ Parlament, 17, Barcelona (+34 677 623 847).