La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció oficialmente, tras una resolución de la Asamblea General en 2022, el 1 de marzo como Día Mundial de los Pastos Marinos. La efeméride pretende destacar la importancia de esta vegetación para el medio ambiente de todo el planeta, promover acciones para conservarlas y contribuir a su protección.
Según el Centro de Biología Marina de la Universidad de São Paulo (USP) de Brasil, los pastos marinos se encuentran en todos los continentes de la Tierra, excepto en la Antártida, y son el hábitat de varios otros organismos, desde pequeños crustáceos hasta peces, además de servir de alimento principalmente a tortugas y manatíes.
Las praderas de pastos marinos son ecosistemas dominados por plantas angiospermas (del griego, angíon, vaso y del latín sperma, semilla) sumergidas bajo el agua marina. Los pastos marinos crecen fijándose a diferentes tipos de sustratos como lodo, arena, arcilla y en ocasiones sobre las rocas. En el mundo se han registrados 12 géneros de espermatofitas (antes conocidas como fanerógamas) marinas con 49 especies.
En México se han registrado 9 especies dentro de 6 géneros: pastos marinos (Zostera marina, Phyllospadix scouleri, Phyllospadix torreyi), hierba de tortuga (Thalassia testudinum), pastos marinos (Halodule wrightii, Halodule beaudettei), hierba de manatí (Syringodium filiforme), pasto marino (Halophila decipiens) y pasto estrella (Halophila engelmanni).
Distribución