Las patatas de Olot en casa siempre han triunfado, y cuando salimos fuera si las hay , yo por lo menos las pido. Aquí las que más fama tienen son las del restaurante La Deu
Preparar un sofrito en una sartén con aceite con la cebolla picada muy menudita y el tomate pelado y rallado. O usar tomate triturado.
Añadir la carne al sofrito y saltear durante unos minutos para que tome color. Salpimentar y poner la nuez moscada y las hierbas.
Con la espumadera ir soltando la carne, desmenuzándola un poco para que quede bien triturada.
Cuando la salsa reduzca y espese estará listo el relleno.
Pelarlas y cortarlas en rodajas de uno 4 o 5 milímetros, aproximadamente. No más gruesas porque deben quedar manejables.
Confitarlas en aceite sin que lleguen a dorarse. Solo que se pongan tiernas pero un poco enteras.
Luego se terminarán de freír. Una vez blandas escurrirlas bien del aceite.
Montar las patatas rellenas poniendo un poco de carne sobre una rodaja, Colocar otra encima y prensar los bordes.
Las patatas así montadas pasarlas por huevo bien batido y se fríen en aceite caliente a fuego medio. Ahora sí hay que esperar hasta que doren y se termine de hacer la patata.
Se escurren sobre papel de cocina y se sirven calientes.