Ingredientes:
- 4 patatas medianas.
- 220 grs de paté de cabrales a la sidra.
- Perejil picado.
- Aceite de Oliva.
- 2 cebollas.
- 1 cucharada de harina.
Preparación:
- Picamos bien las cebollas y las dejamos una hora sobre papel absorbente. Ponemos papel encima y debajo, se trata de conseguir deshidratarlas lo máximo posible. El papel absorverá el jugo que sueltan.
- Ya sequitas, las metemos en una bolsa plástica y les echamos una cucharada de harina.
- Cerramos la bolsa creando un poco de aire para poder darles un buen meneo.
- Luego las ponemos en un colador y con unos cuantos golpecitos soltarán la harina sobrante.
- Calentamos bien el aceite y las freímos, removiéndolas sin parar para que todos los trozos se doren por igual.
- Ya tostaditas y crujientes, las reservamos en un plato sobre papel absorbente.
- Ponemos a cocer las patatas enteras y con piel en abundante agua con una pizca de sal. No dejaremos que se lleguen a cocerse demasiado para que luego no se nos rompan.
- Unas vez listas, las escurrimos y las dejamos enfriar del todo.
- Las partimos con cuidado a la mitad y a lo largo, y las vaciamos.
- Reservamos la piel entera y echamos la patata en un bol donde la mezclaremos con el paté y un poco de perejil bien picadito.
- Para que no resulte un relleno muy seco y podamos mezclarlo bien, añadiremos dos cucharadas de aceite de oliva.
- Rellenamos las pieles con esa mezcla y llevamos al horno precalentado a 180º unos 15 minutos.
- Solo queda servir las patatas cubiertas con la cebolla crujiente por encima y a disfrutar.