Ingredientes:
- 4 patatas grandes.
- 4 huevos.
- 1 cebolla morada.
- 1 trufa negra en conserva.
- Unos tallos de cebollino.
- Sal en escamas.
- Sal
- Pimientas variadas.
- Aceite de Oliva Virgen.
Preparación:
- El día anterior coceremos las patatas con la piel y en agua con sal hasta que estén tiernas. No conviene pasarnos en la cocción ya que luego irán al horno y antes tendremos que quitarles dicha piel. Correríamos el riesgo de que se nos rompan, por eso mejor cocerlas de un día para otro y también estarán frías completamente, lo que nos permitirá manejarlas mucho mejor.
- Una vez listas, las retiramos a un plato y las dejamos enfriar hasta el día siguiente.
- Cuando nos dispongamos a prepararlas comenzamos con pelarlas y, con una cucharilla o un saca bolas retiramos la pulpa para obtener cuatro barquitas.
- Escurrimos la trufa reservando el jugo de la conservación. La rallamos.
- Cascamos los huevos separando las claras de las yemas y colocando a cada cual en recipientes individuales. Mismamente unos vasos de agua os valdrán para tal fin.
- Pelamos la cebolla y la picamos, para pocharla después en una sartén con un 3 cucharadas de aceite y una pizca de sal. Dejamos que se vaya haciendo lentamente hasta que quede blandita.
- Añadimos el jugo de la trufa y dejamos que reduzca unos 30 segundos.
- Repartimos la cebolla en las barquitas de patata, reservando unpoco de la trufa rallada y añadiendo la restante.
- Agregar las claras y salpimentar. Las colocamos dentro de una fuente refractaria.
- Asamos las patatas en el horno precalentado a 180º hasta que la clara comience e estar cuajada.
- En ese momento retiramos la fuente con cuidado y añadimos las yemas.
- Horneamos hasta que estén cuajadas o semi cuajadas, eso ya a vuestro gusto.
- Las sacamos del horno y las espolvoreamos con el cebollino picado, la trufa reservada, un poquito más de pimienta y la sal en escamas.
- Servir enseguida.