Un Informe de los Departamento de Agricultura y Salud de los Estados Unidos encontro que hay más cantidad de obesos, que hace diez años en ningún estado de los Estados Unidos lo que es realmente una epidemia. Los factores que contribuyen a las crecientes tasas de obesidad son el consumo excesivo de alimentos y bebidas con alto contenido calórico y bajo valor nutritivo, así como la falta de actividad física. La mayoría de calorías que se consumen diariamente en Estados Unidos proviene de alimentos que no son muy recomendables y, entre ellos, los cinco principales son: los postres a base de masas (pasteles, galletas), la soda, las bebidas deportivas y las energéticas, así como la pizza. Esto ha llevado a una situación en la cual muchos estadounidenses aunque son obesos, también son malnutridos. Comer más verduras, puesto que la recomendación es procurar ingerir verduras, frutas y cereales integrales. Esos alimentos llenan, son bajos en calorías y contienen muchos nutrientes necesarios para una buena salud. Ingerir menos grasas sólidas y azúcar, entre las que están las grasas saturadas y transaturadas que añaden más calorías a la alimentación y suben los niveles de colesterol, además de aumentar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular. Las pautas recomiendan restringir el consumo de grasas saturadas a menos de 7 por ciento de las calorías diarias, evitar los productos comerciales con grasas transaturadas y reducir al mínimo el consumo de azúcar. Las grasas saturadas están presentes en al carne y los productos lácteos; mientras que las grasas transaturadas están en las papas fritas, las rosquillas dulces, las galletas, las papas fritas de bolsa, la margarina en barra y la manteca. Hacer actividad física de manera regular, ya que las pautas recomiendan un mínimo de 2,5 horas de actividad física moderada (caminata rápida) ó 1,25 horas de actividad vigorosa (correr o trotar) por semana