España y el ser humano a nivel mundial se enfrentan actualmente a la mayor amenaza hacia nuestra
Los desastres y las emergencias de cualquier índole son acontecimientos extraordinarios que rompen la vida cotidiana de las personas y suponen una amenaza. Estas situaciones provocan estados de alteración a nivel físico y emocional que de no ser controlados pueden desencadenar en determinados trastornos psicosomáticos. A este estado de alteración se le denomina estrés.
El estrés es una sensación que se experimenta cuando la persona valora que una situación o cúmulo de situaciones le sobrepasa, supera los recursos de los que dispone para hacerle frente y supone un peligro a su bienestar personal (Lazarus Y Folkman, 1986). Existen diferentes fuentes de estrés, tales como las derivadas de sucesos vitales intensos y extraordinarios, sucesos diarios estresantes de menor intensidad y situaciones de tensión mantenida crónica.
Estas últimas situaciones son especialmente peligrosas porque combinan la elevada intensidad de los primeros y la larga duración de los segundos. El estrés ante estas situaciones hace referencia a la respuesta de nuestro organismo para hacer frente a una determinada amenaza, movilizar todos los recursos que la persona dispone para mantenernos activos, poder resolverlo y volver a la normalidad lo antes posible. El problema radica cuando la amenaza perdura en el tiempo y nuestro cuerpo no puede mantener esos niveles de activación tan elevados durante tanto tiempo, agotándose y perdiendo eficacia. La energía se ve mermada, se pierde la atención y la concentración y los pensamientos se vuelven más difusos, entre otras consideraciones.
La situación actual en la que nos encontramos, la pandemia del COVID-19, supone un suceso estresante vital intenso y extraordinario además de combinarse con sucesos de larga duración. Nuestros profesionales sanitarios se ven sometidos a una gran carga de estrés derivado de muchas horas de trabajo y un gran desgaste emocional tras encontrarse en primera línea de contacto con la infección y riesgo de contagio, pudiendo dar lugar a una gran ansiedad. Nuestros sanitarios, esos “héroes” de carne y hueso como decíamos, son personas a las que dicha situación puede sobrepasarlas. Personas con miedos reales al contagio, a no poder prestar la atención necesaria si se ven afectados, poder transmitirla a otras personas (pacientes, familiares o compañeros), etc. Personas de especial relevancia para todos en estos momentos que debemos proteger y cuidar al máximo posible.
Para ello, desde la Psicología y en nuestro caso, desde PsicoAbreu, queremos ofrecerles una serie de pautas que les ayuden a manejar el estrés vivido en estos momentos.
Como sanitarios, ¿cómo manejar el estrés asociado a esta situación de emergencia sanitaria?
- Atender a nuestras necesidades fisiológicas. Hacer descansos con regularidad de 10 minutos cada 2 horas, comer y beber aunque no sienta la necesidad de hacerlo durante muchas horas. Si se tienen en cuenta sus necesidades seremos más eficaces.
- Cuando se tome un descanso, intente no pensar en la situación actual para conseguir desconectar y poder volver a la acción. Es importante tener “pausas emocionales”, distraerse con algo que me mantenga la mente ocupada y sea relajante. No busque información en estos momentos, no lea las noticias y si se encuentra en salas de descanso con otros compañeros, desviar la atención hacia otras temáticas.
- Tome conciencia de pensamientos negativos, miedos y síntomas de ansiedad. “PARA” y toma conciencia de ellos para poder trabajarlos. Contacta con un profesional de la psicología si se siente desbordado e incapaz de manejarlos.
- Elimine y cambie pensamientos de culpabilidad. Es frecuente que ante estas situaciones aparezcan pensamientos del tipo “si me contagio y contagio a algún familiar seré culpable de…”. No somos culpables ante hechos que se escapan de nuestro control y no se realizan de manera intencional. Por tanto, somos responsables de tomar las medidas necesarias pero no culpables si se diera el caso, por ejemplo, de contagiar a otras personas.
- Exprese sus emociones negativas hablando de ellas, exprese cómo se siente así conseguiremos de nuevo consciencia, control y poder gestionarlas.
- Sea positivo, exprese emociones y pensamientos positivos hacia los demás y hacia el futuro. Nos encontramos en una situación transitoria, que pasará y superaremos porque ¡juntos podemos! ¡todo irá bien! ¡todo saldrá bien!
- Realice ejercicios de relajación. Haga respiraciones profundas en los descansos, visualice imágenes agradables o que se encuentra en su lugar favorito.
- Mantenga una rutina de hábitos saludables, alimentación y ejercicio. No olvide que nuestro bienestar psicológico depende de nuestro bienestar físico.
- Es importante sentirse seguros, exija el material de protección pertinente.
Es normal que durante tales circunstancias aparezcan síntomas de ansiedad o estrés durante los días inmediatos y posteriores a la emergencia sanitaria que vivimos. Sin embargo, si estos síntomas continúan o no consigue gestionarlo por sí mismo, le sugerimos que busque apoyo y asistencia de profesionales especializados que puedan ayudarle. Nosotros como psicólogos online estaremos encantados de atenderle y ayudarle.