Ingredientes:
Pechuga de pollo
Sal, aceite, pimienta, vino blanco
Media cebolla, pimientos de colores, cherrys, 1 patata
2 lonchas de queso de fundir
2 lonchas de bacon ahumado
hierbabuena, romero
Esta mañana me he entretenido demasiado en mi infatigable labor de buscar trabajo, para nada he de reconocer, pero cuando me he dado cuenta se acercaba la hora de comer y no sabía lo que iba a comer. Al final me ha quedado un plato tremendo, está a la vista.
Lo primero que vamos a hacer es cortar la pechuga de pollo en librillo. Esta técnica de corte es muy simple aunque requiere un poco de paciencia y cuidado. Hacemos un corte a la altura de un tercio del grosor de nuestra pechuga sin llegar al final, la abrimos y cortamos de igual manera por la mitad el resto de la pechuga quedando la misma abierta como un libro. Sal pimentamos y rellenamos con las lochas de bacon y el queso.
Cortamos la patata en forma de panadera y la pasamos por aceite sin que se haga del todo para que la patata pueda hacerse en el horno y quede crujiente por fuera y blanda por dentro.
En una fuente para el horno ponemos un poco de aceite que esparcimos de manera uniforme y encima ponemos la pechuga rellena y cerrada. Alrededor le ponemos las patatas, la media cebolla, el pimiento, en este caso naranja. A continuación le añadimos un poco de romero y de hierbabuena por encima de la pechuga y le añadimos un chorro de vino blanco y medio vaso de agua para que en el horno no se quede seco el plato y se queme.
Ya en el horno, lo dejamos a unos 180 grados media hora y cuando el tiempo termine, le damos la vuelta y colocamos los cherrys partidos en dos. Dejamos que se termine de cocinar unos 20 minutos más y emplatamos.
El resultado, ya lo podéis ver, irresistible y riquísimo.