En casa este tipo de carne la solemos consumir bastante. La he empleado en ensaladas y en otros platos enriquecidos con otros ingredientes, obteniendo siempre platos bien sanos y deliciosos.
Esta vez me rondaba por la cabeza una combinación que quería probrar en un relleno con esta carne, no sabía bien como sería el resultado, así que me metí en la cocina y empecé a darle forma a lo que tenía en mente. El resultado verdaderamente exquisito, doy por hecho que lo repetiré pronto.
Vamos con la recetas:
Ingredientes:
-4 pechugas de pollo, finamente fileteadas
-100 gr. de dulce de membrillo
-100 gr. de queso semicurado en tiras
- 75 gr. de nueces
-ajo en polvo
-sal y pimienta
-azúcar moreno
Preparación:
Colocamos las pechugas de pollo sobre un papel film, el cual nos servirá para hacer el rollito, así que mejor es que sobresalga a la carne. Salpimentamos cada pechuga con ajo en polvo, sal y pimienta.
Por otro lado trituramos las nueces y las mezclamos con el dulce de membrillo, hasta que se integren bien estos dos ingredientes.
Volvemos con las pechugas y la cubrimos con el queso, añadimos dos cucharadas de la pasta de membrillo y nueces. Empezamos a envolver levantando el papel film y formando un paquete cilíndrico. Cuando lo tengamos enrollado cogemos los extremos y los enrollamos como si fuera un caramelo. Nos podemos ayudar cogiendo los extremos y haciendo rodar el cilindro sobre la mesa donde estemos trabajando, esto hará que el rollo quede bien compacto. Ahora lo envolvemos en papel de aluminio y reservamos.
Ponemos un cazo con agua al fuego y una vez tengamos todas las pechugas rellenas y envueltas las introducimos dentro del agua. Las llevamos a ebullición y las dejamos cocinar entre 20 y 30 minutos a fuego medio.
Mientras ponemos el horno a calentar para usar el gratinador.
Una vez esté cocinado el pollo lo sacamos del agua, le quitamos el papel de aluminio y el film y los ponemos en una bandeja apta para horno, lo bañamos ligeramente con azúcar y lo introducimos al horno hasta que el azúcar se queme y adquiera un color dorado.
Para emplatar, podemos disponer el pollo cortado en dos, acompañado de unas verduras glaseadas y bañado con salsa de caramelo (ver receta)
¡A comer!