Pedaladas iii 2022

Por Jesusfidelis

Por fin mayo se muestra en todo su esplendor, caluroso, casi estival. El mes de las flores, parece que por fin pone el punto y final al tibio invierno y que nos dice una vez más, que eso del cambio climático no es ninguna broma. 

Vamos directos al verano y ya vamos buscando lugares y fines de semana que nos alejen de la ciudad y su asfalto, a la vez que nos sacudirnos la escarcha de los hombros y los problemas de la mente.

Desde luego, si hay algo que nos dan, la perspectiva de los años, es, además de arrugas en el contorno de los ojos, la certeza de que si hay algo que no cambia, es el cambio constante, continuo de nuestra vida. O nos dejamos llevar, acomodándonos lo mejor posible a los rápidos y meandros por los que transcurre nuestra existencia, o vamos a sufrir, nadando contracorriente y desgastándonos en una absurda lucha, por el control del río que nos lleva. Déjalo, fluye, déjate llevar, a  lo sumo podrás llegar a la orilla, o te deslizarás con mejor o peor fortuna, pero remontar la corriente, con nuestras propias fuerzas, es imposible. Cuanto antes nos demos cuenta, antes armaremos un plan B que nos saque de allí o nos lleve más lejos, ayudados por esa corriente, que ahora será nuestra amiga.

Si hay algo inmutable, es el cambio constante. La sorpresa a la vuelta de la esquina. El aquello de: Si quieres ver a Dios reír, cuéntale tus planes. El baturro de a Zaragoza o al charco. Pocas elecciones pero de profundas consecuencias.

Y así haciendo planes, va transcurriendo tu existencia, que no espera a nadie.

El pasado viernes asistí a varias ponencias, entre las cuales se encontraba un desconocido para mí, Jorge Salinas. Resulto ser un gran descubrimiento venía de correr la Titan Dessert, envidia infinita, siempre he tenido esa prueba en mi imaginario, pero totalmente fuera de mi realidad. Aprendí varias cosas, como el término andragogía, que es como la pedagogía, pero para las personas adultas. Me reiteró, algo que yo ya pensaba, que hay que huir del campo victimista. Que no es lo mismo ser coherente, que congruente (coger el diccionario, es cierto). Que aquello a lo que nos resistimos, lo hacemos persistir. Que en realidad y en definitiva, no tengo que hacer nada que no quiera, que tengo que ser libre. Que el lenguaje es importante porque crea modelos mentales. Que no espere nada que no haya pedido.Que no use la respuesta de la marioneta, esa que me victimiza y me resigna. Que si no me gusta lo cambie o que piense diferente.

Y para finalizar nos leyó la carta que Benjamin Button, escribe a su hija, en la película del misterioso caso de Benjamin Button. Y que os traigo por aquí, porque es de una enseñanza de vida, extraordinario, como el caso que cuenta la peli.


Sobre todo, la última frase:

"...espero que tengas la fortaleza para empezar de nuevo"