Pedaladas vii

Por Jesusfidelis
 

Y así, callandito, callandito vienen las celebraciones navideñas y con ellas la llegada del nuevo año. 

El dichoso covid no ha podido esperar y ha querido su protagonismo en las mismas, la variante omicron, haciendo estragos en los contagios, aunque estos evolucionan de manera más leve. 

Ya vamos haciendo repaso, listas, recopilando recuerdos e hitos que nos ha traído este año, para despedirlo con la satisfacción del deber cumplido al 2021. Elaboraremos, con más optimismo que voluntad, los nuevos retos para el 2022, ya sabéis, aquello de perder peso, volver a correr, aprender francés, la paz en el mundo y cosas por el estilo.

El blog no ha sido muy prolífico, quizás cierre este año con el número de entradas más pequeño desde su creación, tampoco las lecturas a lo largo del mismo han sido demasiadas. Qué le vamos a hacer. Lo bueno, que he seguido haciendo cosas por primera vez, y eso es impagable. 

Los viajes, pro desgracia siguen sin estar en el horizonte, está el mundo como para ir preocupadamente por ahí.

Estoy viendo la serie G.E.O y me está encantando.

Este año hemos despedido a Fernando Rosuero, falleció el 5 de diciembre y me llevó de nuevo a la calle Juan José Garate y las clases en su gimnasio, al recuerdo de Pedro Vallejo y a aquel año 1988 de la huelga general. Que la tierra te sea leve karateca.  Por desgracia no es la única persona a la que hemos despedido este año. La vida es un bien finito, y por suerte o por desgracia, la muerte pone en valor ese bien. Lo mejor que pueden decir de nosotros es que somos unos disfrutones, disfrutemos: de la vida, de los amigos, de la comida, del deporte, de los retos, del trabajo, de la familia, de los libros, de la naturaleza, del cine, del presente.

El pasado no existe y el futuro es una proyección del presente, el presente es la única realidad. Matrix nos dice que vivir en una simulación es una posibilidad, lástima no disponer de vidas extras.